Frank Letini sorprendió al mundo con su nacimiento cuando su partera descubrió que tenía tres piernas y lo más curioso: dos penes totalmente funcionales.
Este hombre se dio a conocer por su extraña condición genética y desde que nació fue un asombro para quienes lo recibieron. En medio de gritos, todos se preguntaban qué estaba pasando y qué era lo que había salido del vientre de aquella mujer.
Cuando Francesco Lentini llegó al mundo, la sorpresa para sus familiares fue que su formación genética consistía en tres piernas, cuatro pies, 16 dedos y dos juegos de genitales que funcionaban a la perfección.
De acuerdo con el portal Cosmos, este hecho se habría presentado, según los médicos, porque se formó una pareja de siameses en el vientre de la madre, pero uno de ellos solo pudo desarrollar una parte de su cuerpo.
Así fue su paso por el mundo
Los padres del extraño bebé creyeron que su condición se trataba de un castigo divino y fueron los primeros en rechazarlos, por lo que decidieron darlo a la esposa de un tío para que lo criara.
Su llegada parecía normal hasta que su familia conoció su cuerpo y quedó asombrada, pues tenía una pierna de más, dedos de los pies que superaban el número que tenía normalmente una persona y, además de eso, dos penes que funcionaban bien.
Tras varias investigaciones, se dio a conocer que este hombre nació con un trastorno congénito llamado gemelos heterópagos o parásitos. En este, uno de los bebés que está en el útero deja de formarse y el otro se desarrolla completamente, que fue lo que sucedió con Francesco.
La revista Repertorio de Medicina y Cirugía explicó sobre fenómeno médico: “Los gemelos parásitos o heterópagos son aquellos unidos asimétricamente con partes deformes del parásito que se unen en diferentes regiones del gemelo normal (autosite), del cual depende para su soporte nutricional y crecimiento”.
Lo que sucedió con los hermanos Lentini es que uno de ellos quedó incompleto y, por lo tanto, se fusionó al cuerpo del otro y nació con más extremidades.
Otro rechazo
Su familiar tampoco quiso quedarse con él y lo llevó a un instituto para niños minusválidos, donde aprendió a hacer todo como un niño de su edad, correr, jugar fútbol, nadar, etc.
Al crecer, conoció a su esposa, Theresa Murray, con la que tuvo 4 hijos sin malformaciones o trastornos congénitos.
Luego se divorció y conoció a otra mujer que lo acompañó hasta el día de su muerte debido a una insuficiencia pulmonar.
Fue tanto su reconocimiento que logró aparecer en la contraportada del álbum homónimo de la banda de rock Alice in Chains en el año 1995 y también fue retratado por el director Jonathan Redavid en la película The Greatest Showman en el año 2017.
*con información de SEMANA.
