La Coronel Yurian Jeanette Romero Murte representa gran parte de la transformación integral de la Policía, una de las instituciones más importantes del país, donde cada vez más las mujeres se abren espacio en importantes cargos.
Pero ella enfatiza en que su género no debe ser el enfoque de sus méritos alcanzados en la institución policial, sino la visión que se tiene del servicio, una vocación para la que ella asegura, se sintió llamada desde muy pequeña.
En sus 27 años perteneciendo a la Policía se ha desempeñado en unidades como el Departamento de Policía Magdalena, la Metropolitana de Bogotá, la Escuela de Carabineros de la Provincia de Vélez, el Departamento de Policía Nariño, el Departamento de Policía Caldas y el Departamento de Policía Valle.
Después de trabajar en varias regiones del país y conocer diferentes contextos sociales, llegó a Santander para contribuir con su amplia experiencia profesional en Derechos Humanos y mejorar los índíces de seguridad en el departamento, también afianzar la confianza en la Policía. Asegura que esos son sus dos pilares.
El pasado 16 de septiembre, en su ceremonia de posesión en el Parque Cerro del Santísimo, en Floridablanca, asumió como Comandante del Departamento de Policía de Santander, Desan.
En su discurso ratificó su acercamiento con la comunidad y el prestar un mejor servicio a los ciudadanos. Al realizarse esta entrevista llevaba 20 días en el comando y ya había conocido 12 municipios del departamento. De Santander, resalta la calidez de su gente y exalta la comida de la región.
¿Qué significó para usted la llegada al comando de la Policía de Santander como primera mujer que asume este grado en el departamento?
Es un tema de honor, Santander es uno de los departamentos más importantes del país y asumo una gran responsabilidad frente a este reto institucional como un empoderamiento que nos da el mando institucional.
Es también un voto de confianza el ser reconocida como una de las oficiales en las que se podía descargar la responsabilidad de comandar un departamento. Me hace feliz saber que es el fruto del esfuerzo durante todos estos años.
Experta en derechos humanos
La oficial es oriunda de Bogotá, ingresó a la Escuela de Cadetes de Policía ‘General Francisco de Paula Santander’, el 25 de enero de 1994, donde obtuvo el grado de Subteniente de la Policía Nacional el 5 de noviembre de 1996.
Es administradora policial con especialización en Seguridad; tecnóloga en estudios policiales y cuenta con cursos en políticas públicas y seguridad, en alta gerencia, docencia para la educación superior e integridad y transparencia institucional en la lucha contra la corrupción, entre otros adelantados en el país y el exterior.
En su hoja de vida reposan 36 condecoraciones y 128 felicitaciones, que destacan su servicio a la comunidad, su respeto por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, compromiso con la institución y entrega al país.
¿Es usted la única de su familia que pertenece a la Policía?, ¿qué la motivó a querer hacer parte de la institución?
Sí, soy la única policía de mi familia y el vincularme a la Policía Nacional podría decirse que fue un tema de Dios y el destino.
De Dios porque creo que él desde muy temprano forja en cada uno esa vocación o en esa ‘llamita’ que se enciende en el corazón de querer servir, y en mi caso fue desde muy pequeña.
No sabía cómo lo iba a hacer, pero en el colegio una mujer policía que realizaba el proceso de incorporación me mostró la oferta institucional. Yo estudiaba en un colegio de monjas, así que poco se conocía del trabajo integral que hacen en la Policía. Ahora la labor de la Policía se puede proyectar más que hace 28 años.
Algo que aprendí es que nosotros somos una unión de muchas profesiones; abogados porque tenemos que saber de leyes, trabajadores sociales porque tenemos que atender todo el aspecto social, también psicólogos porque tenemos que formarnos para tener la capacidad de escuchar y atender a las personas. Somos los primeros que llegamos a un caso; lo que ocurra, un accidente, un homicidio, tenemos que saber cómo reaccionar.
Todo esas competencias las aprendí en los tres años de formación en la Escuela. Esa fue la oportunidad que yo vi para desempeñarme en el servicio público.
¿Cuáles son los retos que van a ser priorizados para mejorar la seguridad en el departamento?
Se va a trabajar fuerte con el tema de la intolerancia social. Esta situación se presenta en el 95% de los hechos y de los delitos que afectan en el departamento.
Vamos a priorizar la tolerancia social y desde la familia ese fortalecimiento de valores, por eso estamos participando en mesas de diálogo con las diferentes secretarías de la Gobernación. Buscamos reforzar en los santandereanos no solo el entender sus derechos, también sus deberes como ciudadanos.
Además, en estos tres meses que quedan del año nos vamos a focalizar en el sector rural y lanzamos el programa de ‘Veredas Seguras’, para concentrarnos en el acompañamiento durante el plan cosecha.
¿Cómo se va afianzar la confianza en la institución y reducir la criminalidad en Santander?
La Policía Nacional está en un proceso de transformación institucional. No solo tiene que ver con un uniforme nuevo, hemos aprendido de nuestros propios errores y nos hemos adaptado a planes de mejoramiento.
Somos una empresa con más de 160 mil funcionarios distribuidos en todo el país, coordinados bajo una única doctrina. Estamos en ese proceso de capacitarnos, pero también quiero hacer énfasis e invitar a los ciudadanos a tener claros sus derechos al igual que los deberes para con la sociedad. Tenemos una responsabilidad en la convivencia, esa es nuestra principal tarea.
En la criminalidad, las lesiones personales son el delito más frecuente junto con el microtráfico. Las agresiones están relacionadas directamente con la intolerancia social, también el consumo excesivo de bebidas embriagantes. Para ello tenemos instrucciones desde el nivel central para implementar una estrategia de mediación policial, consiste en fortalecer el diálogo y la resolución de conflictos.
Y para combatir el microtráfico, junto con la Fiscalía General de la Nación y Ejército Nacional se intensificarán los controles y operativos. La misma comunidad, cansada de este flagelo, nos informa cómo está llegando el estupefaciente a los pueblos y quiénes son los que los distribuyen. Producto de esto llevamos 400 capturas por diferentes delitos en lo que va del año. En el último mes van más de 30 capturas por tráfico de estupefacientes.
Por último, ¿cómo la ha acogido Santander?
Estoy muy contenta de conocer un nuevo departamento. A todo lugar al que voy me ofrecen una comida deliciosa. Entre risas finaliza contando que nunca había tenido una oficina tan grande.
