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Omitir el semáforo en rojo cobró la vida de menor de 17 años en Bucaramanga

“Ellas se pasaron el semáforo en rojo porque un domiciliario siguió andando. La conductora pensó que el semáforo ya había cambiado, ella iba distraída hablando con la chica que iba de parrillera”, contó una testigo del siniestro. Hasta el mes de julio, 20 motociclistas han muerto en accidentes de tránsito en Bucaramanga.

La fugaz vida de una menor de 17 años se ‘apagó’ en un funesto accidente de tránsito que pudo haberse evitado si los actores viales fueran más conscientes del inminente peligro que representa cometer imprudencias y no respetar las normas de tránsito.

La víctima era la pasajera de una motocicleta de placa OJB-77C que conducía otra joven identificada como Zuly Andrea Castellanos.

El jueves hacia las 11:35 de la mañana, cuando transitaban por la entrada al barrio San Miguel de Bucaramanga, en la carrera 17 con calle 52, la motocicleta chocó de frente contra un furgón de placas SXD-615, luego de que al parecer omitieran la luz en rojo del semáforo ubicado en esa intersección.

¿Cómo pasó?


“Yo estaba en la misma esquina de las chicas y ellas se pasaron el semáforo en rojo porque un domiciliario siguió andando. La conductora pensó que el semáforo ya había cambiado, ella iba distraída hablando con la chica que iba de parrillera”.

“Inclusive mi esposo que iba manejando y otros muchachos le gritaron a ella que el semáforo estaba en rojo pero no hubo tiempo, de una el furgón apareció por la 52 y se las llevó”, contó una testigo del siniestro vial.

Fue demasiado tarde… Los demás conductores trataron de prevenirlas pero la motocicleta terminó debajo de las llantas delanteras del vehículo de carga pesada.

Luego del descomunal choque, ambas motorizadas quedaron malheridas y desplomadas sobre el asfalto.

La joven que iba al mando estaba despierta y consciente, solo sufrió algunos politraumatismos. La menor fue quien llevó la peor parte, recibió todo el impacto del golpe en la cabeza.

Fue estabilizada y llevada a la Clínica Chicamocha pero su estado de salud no mejoraba. Sufrió muerte cerebral, hacia las 10:00 de la mañana del viernes, los galenos notificaron su deceso a las autoridades de Tránsito de Bucaramanga.

Una tragedia anunciada


Quienes viven y se desplazan a diario por San Miguel, manifiestan que son constantes los cruces prohibidos que realizan los motociclistas en la carrera 17 con calle 52, frente a la Iglesia del Perpetuo Socorro.

“Esa esquina es fatal. Ocurren muchos accidentes, por lo general por imprudencia y exceso de velocidad, sumado a que no respetan los semáforos”, comentó un habitante.

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