El ‘Puerto Petrolero’ no se recuperaba del dolor que causó la muerte de Dairo Enrique Martínez Cáceres, quien era el parrillero de una motocicleta que se estrelló contra un árbol en el sector de Tamarindos Club, cuando se estremece con otro lamentable suceso: Yesid Luna Ramírez, de 21 años, falleció al chocar contra las barandas de la calle 37 frente a la unidad residencial Vivero Club.
La vida se le fue en un ‘abrir y cerrar de ojos’. El impacto le causó un trauma craneoencefálico severo y de tórax que no le permitió volver a respirar.
Su cuerpo quedó tendido sobre el pavimento y de inmediato la noticia se regó como pólvora. Aquel fatídico lugar se colmó con familiares y amigos quienes impidieron por más de una hora que realizaran la diligencia de levantamiento. Todos estaban consternados, dolidos, se negaban a aceptar la tragedia.
La Policía tuvo que llegar para controlar la situación.
Golpe fatal
Eran las 7:30 de la noche y Yesid se movilizaba hacía el sector del Retén en una Pulsar 200 de placa ZSD-14C, pero de repente se fue de frente contra las barandas. Su existencia se apagó para siempre.
“Era muy servicial, noble, alegre. Nunca se le veía malgeniado”, manifestó Juan Carlos Vargas, odontólogo y jefe de Yesid, quien era su auxiliar desde hace cinco años.
“Era mi mano derecha; la nobleza de ese pela’o no la tenía nadie. Lo quería como un hijo”, agregó el profesional de la salud.
Yesid vivía en el barrio La Victoria de Barrancabermeja y era el segundo de tres hermanos. Este miércoles será velado en la funeraria La García y velado en Jardines del Silencio.
