Sus compañeros estaban abajo cuando escucharon el estruendo.
“Apenas sentimos el totazo, subimos y lo vimos convulsionando, tragándose la lengua. Tocó la línea de alta del poste de luz de la calle, que está ahí pegada a la fachada, como a dos metros”, contó bastante afligido Pablo Martínez.
Entre él y otros compañeros lo cargaron y, desesperados, lo montaron a un carro para llevarlo a un hospital.
“Lo llevamos como a cinco cuadras no más porque ya no tenía signos vitales. Se murió dentro del carro”, agregó Pablo con la voz entrecortada. Estaba sumido en el dolor, no pudieron hacer más por Nicolás.
Cuando llegó la ambulancia con paramédicos confirmaron su deceso. Solo quedaba tener la fortaleza para contarle a su familia la tragedia.
Otras cuatro personas han sido víctimas de la misma fatalidad en los últimos dos meses.
¿Cómo actuar en estos casos?
Un profesional enfatizó en que lo más importante para tener en cuenta cuando una persona sufre una descarga eléctrica, es no tocarla, “no directamente porque también sería un conductor de energía y sufriría el choque eléctrico.
Hay que buscar un objeto seco como una correa de cuero o una soga- que ayude a aislar a la persona de la corriente-.