Las lluvias, acompañadas de fuertes vientos, no tuvieron compasión y -como cartas de naipes- se llevaron latas, tablas y tejas, sepultando el trabajo y sacrificio de más de 20 años de esta humilde pareja, que vivió para contarlo.
La casa quedó destruida en su totalidad y ayer, con las pocas fuerzas que aún quedaban, Nelson Castillo buscaba algo que le permitiera empezar de nuevo.
Sin embargo, solo escombros y pedazos de madera dejó el vendaval, que también ocasionó algunos daños menores en un par de asentamientos del nororiente de Puerto.
“Más de 25 años quedaron en nada. Nunca pensé que me fuera a pasar esto. Salí a hacer un turno de trabajo y no alcancé a llegar, cuando me llamaron que me devolviera pa’ la casa, porque había una novedad.
“No encontré nada que pudiera salvar. Perdí el televisor, la cama, la ropa, quedamos con la ropa que teníamos puesta”.
Hizo un llamado a las personas que quisieran solidarizarse, para que le ayuden a empezar de nuevo.
“Las ayudas las recibimos con cariño. Mi número de celular es 322 883 9497. La casa está en la calle 65 con 36, cerca al antiguo matadero”, señaló Nelson Castillo.