La creciente del Suárez desbordó tragedia y dolor en una familia de El Guacamayo, donde después de cuatro días de intensa búsqueda, salió a flote el cuerpo de Leonel Martín Pardo Duarte, de 53 años.
El sábado cuando intentaba cruzar hacia la otra orilla del caudal en una garrucha artesanal, de regreso a su casa con mercado, perdió el equilibrio y quedó aferrado a un borde del improvisado y peligroso sistema de transporte.
Ocurrió en el sector conocido como “El Pintadero” en los límites entre los municipios de Guadalupe y Guacamayo, Santander.
Pardo dejó esperando a su familia del otro lado, se aferró a la vida, pero la fuerza no le alcanzó y terminó dejándose arrastrar por las aguas.
Con el reporte de los ciudadanos, las autoridades desplegaron la búsqueda para el rescate y levantamiento del cuerpo. Al equipo se unió parte de la comunidad de la La Laguna, vereda donde vivía Leonel.
Las condiciones del clima no estaban a su favor pero finalmente el cadáver apareció 2 kilómetros más abajo del sector donde desapareció. La tragedia enlutó a cinco hermanos, una esposa y una hija.
Estaban viviendo la agonía de no poder darle cristiana sepultura a su ser querido.
“Dios escuchó nuestras súplicas, queríamos darle la despedida que se merece mi hermanito. Era un hombre noble con muchos valores”,
Expresó entre lágrimas Trinidad Pardo
Como Leonel Pardo son muchas las personas, del “Pintadero” que deben atravesar por el único medio de transporte que disponen niños y adultos, arriesgando su vida por llegar al otro lado.
Era cuestión de tiempo para que ocurriera una desgracia…
