Las vacaciones que las ayudarían a reponerse de la pérdida de un ser querido, también se convirtieron en despedida para dos santandereanas residentes en Girón.
Íngrid Tatiana Villamizar Vega, de 31 años, viajó a la Isla de San Andrés con su papá, un hermano, su hijo de ocho años y Érica Lozano, su prima.
Hace dos meses la mamá de Tatiana partió de este mundo a causa de la Covid-19. Su deceso causó gran dolor en la familia. Por eso, por el cumpleaños de un hermano decidieron viajar al atractivo natural y despejarse un poco del sufrimiento que padecieron.
Ya llevaban cuatro días en la Isla. Aprovechando el tiempo que les quedaba, el lunes en la tarde Tatiana y Erica alquilaron una motocicleta en una agencia turística para dar un paseo.
Tatiana iba al mando de la máquina, una Bws. Quizá se sintió en confianza para manejarla, pues era el mismo modelo de su moto. El recorrido iba bien pero un aparente exceso de velocidad con invasión del carril habría ocasionado la fatalidad en el sector conocido como La Piscinita.
Chocaron de frente contra un bus de transporte intermunicipal. Tatiana murió de inmediato por los múltiples traumas. Érica quedó herida de gravedad y aunque fue llevada a un centro asistencial, falleció horas después.
Sus cuerpos fueron llevados a Medicina Legal de Barranquilla. Hasta ayer, aún su familia permanecía a la espera de que las entregaran para regresar a Girón.
“Estaban publicando en redes que necesitábamos ayudas, se estaban aprovechado del dolor ajeno. El seguro fúnebre cubre los gastos, igual el SOAT de la moto”, manifestó Albert Villamizar, un hermano de Tatiana.
“Era la única mujer de nosotros, mi mamá se nos fue y ahora ella”, dijo con la voz entrecortada.
Por otro lado, ningún tripulante del bus sufrió lesiones y según informó la empresa a la que está adscrito el vehículo, los exámenes toxicológicos y de alcoholemia del conductor arrojaron negativo.
Sin embargo, las autoridades aún investigan las causas del siniestro.
