María Alejandra Cáceres, una enfermera de 28 años, denunció haber sido víctima de una agresión física por parte de un taxista en medio de un hecho de intolerancia.
Ocurrió en la noche del pasado lunes, 25 de noviembre, cuando la mujer paseaba a sus dos perros en cercanías a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia del barrio La Cumbre, en Floridablanca.
Según el relato entregado a Q’hubo por Sharol Daniela Pinzón, prima de la afectada, uno de los animales hizo sus necesidades en plena carretera, por lo que a la dueña le tocó limpiar y parar el tráfico.
“Le recogió el popo y se demoró limpiando; mientras eso pasaba se encontró con un taxista que le empezó a gritar que era una puerca, una ñera y que la iba joder. Ella le respondió que se callara”, dijo la familiar.
El taxista se adelantó unos metros hasta que se bajó del vehículo e inició la agresión física en contra de María Alejandra.
“Se bajó del carro y empezó a golpearla, darle cachetadas. Era un señor grande, acuerpado, y ella lo que hizo fue proteger los perros. Para que la soltara, cogió el popó y se lo tiró”, añadió Sharol Daniela.
Después de esto el conductor de transporte público paró la agresión y siguió su camino en su vehículo. La víctima pidió ayuda.
El hecho ya fue denunciado penalmente ante la Fiscalía General de la Nación. La mujer quedó con morados en el rostro, brazos y piernas, situación por la cual debió ser valorada por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.