Luis Alberto Posada, la voz detrás de éxitos como El precio de tu error y Corazón partido, no solo ha conquistado los escenarios con su inconfundible estilo de música popular, sino que también ha protagonizado una historia personal digna de telenovela. Su separación de Catalina Iglesias, tras más de 14 años de matrimonio, fue un giro que dejó a sus fanáticos tan sorprendidos como si hubieran escuchado una canción cargad de drama.
Cuando la noticia de su divorcio salió a la luz, las redes sociales se llenaron de reacciones: algunos lloraron por el fin de la pareja que parecía inquebrantable, mientras que otros se apresuraron a buscar pistas en las letras de sus canciones. ¿Había señales de esta ruptura en sus versos? Quizás sí, quizás no, pero lo cierto es que la imagen familiar que Posada proyectaba quedó en pausa.
Por su parte, Catalina, conocida artísticamente como Katalina Posada, decidió no quedarse callada. A través de sus redes sociales, comenzó a responder las preguntas más osadas de sus seguidores, como si estuviera en un episodio especial de un programa de chismes.
“¿Perdonarías a Luis Alberto Posada?”, le preguntaron en Instagram. Su respuesta fue tan directa como un acorde mayor: ”Jamás. Descubrí que el amor propio te lleva a otro nivel, y cuando descubres lo que vales, no te da para mirar hacia atrás. Él allá y yo acá. Por él solo siento respeto por ser el padre de mis hijos”. Con esa frase, Catalina dejó claro que su página estaba más que pasada, y el capítulo de reconciliación no sería parte de esta novela.
Otra pregunta que desató risas y comentarios fue sobre por qué sigue usando el apellido “Posada”. Catalina, con un tono que combinaba humor y paciencia, explicó: ”Me sabe maluco esta pregunta. Casarme fue para toda la vida, así que adopté su apellido, y cambiarlo en toda la documentación sería un proceso tedioso. Créeme, a mí no me suma tenerlo”.
Si esto fuera un guion, sería el momento perfecto para un monólogo sobre trámites burocráticos y la ironía de cargar con un apellido que ya no te une emocionalmente, pero sí administrativamente.
Mientras tanto, Luis Alberto Posada, fiel a su estilo, se ha refugiado en la música y en sus hijos. Aunque tuvo que cancelar un concierto en medio de la turbulencia emocional, demostró que su fortaleza va más allá de los escenarios. Para él, la vida sigue, entre notas de despecho y melodías que parecen escritas para los capítulos que no se ven detrás de las luces del espectáculo.
Además, su separación dejó un detalle curioso: la mayoría de los bienes quedaron en manos de Catalina, un gesto que, según Posada, fue lo más justo, considerando que ella asumió la custodia de sus hijos.
Aunque esta historia de amor llegó a su fin, tanto Luis Alberto como Catalina han demostrado que, a veces, el verdadero éxito está en seguir adelante con dignidad y humor. Mientras él conquista corazones desde el escenario, ella lo hace desde su cuenta de Instagram, dejando frases que bien podrían ser títulos de canciones de despecho.
Y así, como en sus mejores éxitos, Luis Alberto Posada continúa cantándole a la vida, mientras Catalina escribe su propia melodía de independencia. Porque, al final, como diría cualquier amante del género popular: “Lo que no mata, inspira una gran canción”.