Vivía en el barrio Granadillos de Piedecuesta, con su mamá, pero luego se fue por su cuenta a rebuscarse el sustento.
Solo que se lo ganaba con la venta de drogas, un ‘endemoniado’ negocio donde meterse en líos o ‘casar’ rencillas es sentencia de muerte, porque en las ollas de microtráfico se cuece maldad, ambición por el dinero fácil, desconfianza y odios entre las pandillas que solo solucionan de esa manera, a bala.
“Satán” de vez en cuando frecuentaba Granadillos y aprovechaba para comercializar la ‘merca’. Así fue el miércoles en la tarde. Estaba con un ‘parcero’ en la peatonal de la carrera 21 1 N 03.
Eran las 5:00 de la tarde cuando un sujeto que vestía sudadera se bajó de un taxi y sin pronunciar palabra jaló el gatillo de su pistola directo contra “Satán”.
De cuatro tiros, dos fueron certeros, le impactaron en el pecho y espalda causándole la muerte de forma inmediata. Hubo un capturado.