En la ciudad de Sincelejo, Sucre, fue capturado Jonathan David Montes Arrieta, el presunto feminicida de Laury Yisel Guzmán Becerra, de 21 años, la joven que murió asfixiada y cuyo cadáver fue encontrado en un apartamento del Centro de Bucaramanga.
Q’hubo conoció que el arresto de esta persona se efectuó en la noche de este martes, 5 de marzo, por parte de agentes de la Unidad de Homicidios de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Jhonatan Montes quedó a disposición de la Fiscalía para responder ante un juez de garantías por el delito de feminicidio agravado. Se espera que las audiencias se adelanten este miércoles.
Murió asfixiada
Laury Yisel, oriunda del municipio de la Jagüa de Ibirico, Cesar, fue encontrado sin vida el 27 de junio del año pasado en el apartamento que había tomado en arriendado Jonathan David Montes Arrieta, su compañero sentimental.
La última vez que ella había sido vista con vida fue dos días antes del hallazgo del cuerpo, el domingo 25 de junio, en los alrededores de una discoteca ubicada en la carrera 16 con calle 34 de Bucaramanga.
Los días posteriores, ella ni su pareja se presentaron a laborar en un almacén de ropa en el que Montes Arrieta administraba. Los compañeros de él le dejaron llamadas y mensajes, sin respuesta alguna.
Debido a esto, los compañeros decidieron ir a buscar al hombre a su residencia en la carrera 18 con calle 33, donde el vigilante manifestó no haberlo visto en los últimos días.
En su momento, la causa del fallecimiento de Guzmán Becerra era materia de investigación por parte del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Sin embargo, un mes después del hecho Daniel Dulcey, abogado defensor de la víctima, le confirmó a Vanguardia que la muerte fue por asfixia mecánica.
“De manera circunstancial podemos decir que se habría presentado una pelea entre la pareja y quien era su novio la apretó del cuello hasta que ella perdió la vida. Esa es nuestra hipótesis, pero que debe ser analizada por los expertos forenses”, indicó el abogado en su momento.
Laury era profesional en salud ocupacional y hace un año se vino a vivir con una tía al norte de la ciudad buscando ejercer su carrera. Sin embargo, no consiguió empleo como profesional, pero sí con su novio que era administrador de un almacén.
“El cuerpo estaba morado, la cara morada. Hay que ser inteligentes, ahí hay muchas cosas que no cuadran. ¿Si el hombre no debe nada, por qué huyó? No se presentó ante las autoridades a dar su declaración, se llevó el teléfono de mi hija. Lo que necesitamos es justicia, nuestra familia pide justicia”, fue la petición hecha Holguer Guzmán, el padre de la fallecida, cuando reclamó el cuerpo de su hija.
Gómez Arrieta huyó desde el momento en que sucedieron los hechos y no se había vuelto a saber nada de él hasta su captura.