La escena fue grabada en la carrera 33 de Bucaramanga, en el barrio Conucos, cuando un motociclista se dirigía desde el viaducto La Flora hacia el sector de Cabecera.
Lo particular fue que en el tanque de su motocicleta, un individuo llevaba como pasajero a un perro. Además, en la parte trasera llevaba un costal y una silla.
Un conductor no dudó en tomar su celular y grabar a la mascota con su dueño circulando por las calles de la ciudad.
“Vea a ‘firulais’ haciendo mototaxi y va sin casco, que perro pa’ irresponsable, un perro de locos”, se escucha decir entre risas a la persona que graba el video.
Es una maniobra peligrosa
Aunque la escena para algunos genera admiración, diversión y hasta ternura, para las autoridades de tránsito se convierte en una imprudencia.
De acuerdo con el especialista Fredy Díaz, representante de la firma Vial y Procesal abogados, esta conducta es una infracción catalogada como D07, que genera una sanción económica.
“El Código de Tránsito, en su artículo 131, describe la infracción D07 como conducir realizando maniobras altamente peligrosas, siempre que la maniobra viole las normas del tránsito o ponga en peligro a las personas o las cosas, y que constituyan una acción intencional e imprudente”, indicó Díaz.
De acuerdo a la norma, los perros en motocicleta deben ser transportados en un guacal en la parrilla de la motocicleta, el animal se convierte en una distracción al manejar.
“No llevarlo en guacal genera riesgo en la respuesta del conductor ante una eventualidad. Si debe frenar de manera inesperada, por agarrar al perro, puede poner en riesgo su vida y la del animal. Esto puede parecer divertido, pero hay un riesgo enorme”, señaló el abogado.
Por eso la recomendación de las autoridades de tránsito, por más admirable que parezca la acción, es no llevar las mascotas sueltas en motocicletas.