La trayectoria criminal de Nelson Enrique Bautista Reátiga, alias ‘Poporro’, ha dado vuelcos sopresivos: pasó de ser un guerrillero del Eln, a guardaespaldas de ‘Pichi, para terminar traicionándolo y formando su propia banda criminal ‘Los del Sur’.
Ahora, la Policía Nacional entregó detalles sobre su participación en el tráfico de migrantes desde Bogotá a Estados Unidos.
Así incursionó en el mundo del crimen
En el 2006, cuando Nelson Enrique Bautista Reátiga tenía 27 años deicidio unirse a las filas de Grupo Armado Organizado, Eln, en el sur de Bolívar.
Tres años después, ya era el cabecilla de su propia pandilla, la llamó ‘La Banda Poporro’. No duró mucho, en una operación militar denominada Marfil II, fueron capturados siete de sus integrantes.
Luego, ‘Poporro’ se integró a ‘Los de San Rafa’ y era uno de los hombres de confianza de ‘Pichi’-el ‘Pablo Escobar Santandereano’-.
Tras la captura de ‘Pichi’, ‘Poporro’ decidió abrirse paso en el microtráfico de Bucaramanga y traicionó a su ‘patrón’. En el 2019, pasaría a convertirse en el líder de su propia banda criminal, que denominó como ‘Los del Sur’.
Desde Bucaramanga hizo alianza con los narcotraficantes de carteles mexicanos reconocidos como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cartel Tijuana. Estos lazos le permitieron abastecer de estupefacientes a los diferentes puntos del área metropolitana de Bucaramanga.
En medio de su interés por controlar todo el negocio de la venta de estupefacientes en la capital santandereana desató una guerra con su expatrón ‘Pichi’, que lo motivó a ser el responsable de al menos 15 homicidios y 6 tentativas.
Su estructura criminal generaba rentas por al menos novecientos millones de pesos mensuales ($900.000.000) producto de la comercialización de estupefacientes, donde tendría el 70% de aprovisionamiento a expendedores de estupefacientes en el Área Metropolitana de Bucaramanga.
Desde el 2020, alias ‘Poporro’ era reconocido en el mundo criminal por el éxito obtenido en el paso ilegal de migrantes hacía Estados Unidos, logrando fortalecer una organización transnacional con vínculos criminales en Perú, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Venezuela, entre otros.
En Colombia era considerado objetivo de alto valor, siendo unos de los más buscados principal mente en Bucaramanga por tráfico de migrantes, narcotráfico, homicidio; entre otros.
