Los familiares de Bertha Juliana Gómez, una bumanguesa de 37 años, no imaginaron que el 6 de diciembre de 2023 sería el último día que la verían con vida.
Si bien la angustia los acompañaba por su viaje a Estados Unidos, mantenían la ilusión de que su familiar lograra cumplir su tan anhelado ‘sueño americano’, pues Bertha Juliana había decidido migrar ilegamente para comprarle una casa a sus dos hijos, de 19 y 12 años.
Con todos los trámites ya hechos, la santandereana emprendió su viaje, se entregó en migración y dos días después llegó a Boise, la capital del estado de Idaho.
Todo parecía haber salido bien. No tardó en comunicarse con su familia y darles la buena noticia: «Ya estoy en Estados Unidos».
Su esposo y dos hijos estaban más tranquilos con la noticia de que el viaje había sido superado. Les pareció incluso sencillo. «Duró solo dos días en migración. De hecho fue un proceso exitoso y bastante fácil», agregó su hija.
La tragedia sobrevino a la tranquilidad
Dos semanas después, ocurrió lo impensable. Bertha, que solo sufría de dolores ocasionales de cabeza, empezó a sentirse mal. Se le dormía el cuerpo. Hasta que tuvo que dirgirse a un hospital por un hormigueo que no cesaba.
Lamentablemente sus síntomas empeoraron y le diagnosticaron derrame cerebral. Fue intubada e intervenida dos veces. Se mantuvo en coma desde el 25 de diciembre.
«Nos informaron que tenía muerte cerebral. De inmediato su esposo y sus hijos fueron en búsqueda de una visa humanitaria, pero los trámites nunca se agilizaron», contó Yolanda, su tía.
Ayer, en horas de la mañana, la noticia de su fallecimiento terminó de empeorar el panorama. Su familia llora su muerte y, por si fuera poco, está la imposibilidad de darle cristiana sepultura.
A su esposo, Bolmar Toro Torres, le negaron la visa humanitaria, por lo que ahora está más lejos el panorama de traerla con sus seres queridos.
La hermana de Bertha, quien reside en Estados Unidos, le comentó a la familia que, según sus averiguaciones, el costo de repatriar el cuerpo de la bumanguesa sería de 40 millones de pesos.
«Claramente, ese dinero no lo tenemos. La verdad el esposo de ella está desesperado en Bogotá en búsqueda de soluciones, sobre todo después de que hoy le hayan negado la visa», dijo la tía de Bertha Juliana.
Piden colaboración
La familia de Bertha Juliana, que reside en el barrio Alarcón de Bucaramanga, pide a los ciudadanos de buen corazón que se solidaricen con esta tragedia y puedan brindar una ayuda voluntaria.
El esposo de la santandereana, Bolmar Toro Torres, dio su número de cuenta: 60215414387 en Bancolombia y el número de Nequi 3186516547 para quien quiera colaborar.
Bertha Juliana Gómez era de profesión enfermera y se crió en el barrio El Gatián, donde vecinos la recuerdan por ser una mujer amable. Con su esposo llevaban 22 años de relación y soñaban con reencontrarse en Estados Unidos.
