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Lo asesinó con frialdad por robar un celular en Bucaramanga, pero su pistola lo delató meses después

Jefferson Antonio Silva Larrotta, de 29 años, fue asesinado el 13 de julio pasado, a las afueras del Oxxo de la calle 45 con carrera 20 de Bucaramanga tras oponerse a un atraco. Al señalado asesinado la Fiscalía le imputó cargos por el crimen.

Más de cinco meses después desde el momento en el que un delincuente acabó con la vida de Jefferson Antonio Silva Larrotta, un joven asesor de ventas de 29 años, por robarle un celular, la Fiscalía Primera de Vida y la Policía de Bucaramanga lograron esclarecer el crimen.

Wilder José Marchán Rodríguez, quien se encuentra privado de la libertad en la Cárcel de Palogordo, fue llamado por las autoridades a comparecer a imputación de cargos y solicitud medida de aseguramiento por el homicidio cometido el pasado 13 de julio.

Aquel trágico día, ‘Randy’, como era conocido entre los suyos, permanecía sentado con Julieth Mojica Martínez, su novia, en un andén de la calle 45 con carrera 20 del barrio El Centro de Bucaramanga al lado del Oxxo, diagonal a Homecenter. Eran las 11:05 de la noche.

La pareja estaba entretenida cuando, según la información investigada por las autoridades, sintieron venir a dos motociclistas por aquella carrera oscura. Un sujeto, quien iba de parrillero, se bajó y enseguida desenfundó un arma para atracarlos.

El pistolero la emprendió primero en contra de la joven, a quien amenazó con el arma para hurtarle su celular, mientras Silva que se encontraba a pocos menos de distancia le gritaba que no se lo entregara.

Ante esto, ella se deshizo del teléfono tirándolo mientras el joven de 29 regresaba al sitio en donde su novia permanecía impactada por lo sucedido.

Llevado por la ira que le generó aquella resistencia al robo, el delincuente apretó el gatillo e impactó a Jefferson en dos oportunidades. Uno le perforó el rostro a la altura de la mandíbula por el lado izquierdo; y el otro le perforó la espalda hasta atravesar su corazón de manera letal.

El pistolero, de quien se sabría después que era de Venezuela, habría de huir hacia donde su cómplice lo esperaba en una esquina para acelerar la moto y perderse del lugar.

Julieth Mojica pidió ayuda afanosamente durante varios minutos hasta que al sitio llegaron policías y paramédicos en ambulancia a trasladar al herido al Hospital Universitario de Santander, HUS, a donde ingresó sin signos vitales.

Lo identificó por las noticias

Cinco días después del crimen, el 18 de julio, las autoridades realizaron una jornada de allanamientos que denominaron ‘Operación Salvación’ en los barrios La Joya y El Pantano II, en el occidente de la ciudad. En este último aprendieron a Wilder José Marchán Rodríguez, un hombre de nacionalidad venezolana, con una pistola calibre 9 milímetros.

Cuando la noticia se divulgó por los medios de comunicación, Julieth identificó entre los bandidos arrestados al hombre que le quitó la vida a su pareja.

“Es él, ese fue quien mató a Jefferson”. Estas fueron las palabras de la joven al ver a este sujeto de tez morena, con su claro acento extranjero, capturado.

Fue así que se iniciaron las acciones investigativas por parte de la Fiscalía y Policía para corroborar los hechos en los que se comprobó que la pistola que le incautaron a Marchán Rodríguez era la misma con la que acabaron con la vida de ‘Randy’.

Este 18 de diciembre, la Fiscalía Primera de Vida formalmente le imputó el delito de homicidio agravado, porte ilegal de armas de fuego, concierto para delinquir así como tráfico de estupefacientes al ciudadano venezonalo que deberá permanecer privado de la libertad mientras avanza el proceso investigativo.

Otro homicidio

Este crimen no sería el único en el que este extranjero tendría responsabilidad. El 17 de julio, un día antes de su captura, Wilder José habría acabado con la vida de Andrés Felipe Leal en la calle 33A con carrera 46 del barrio Álvarez, en el oriente de la ciudad.

A la víctima, de 29 años, lo venían persiguiendo unos sujetos en moto; incluso, le hicieron varios disparos. Ya cuando lograron tumbarlo, le propinaron otros 10 tiros con la misma arma que se cometió el homicidio del asesor de ventas.

Por este último hecho se investiga un ajuste de cuentas asociado al microtráfico.

“Quiero justicia”

Isaías Silva, padre de la víctima, dialogó con Q’hubo después de que su hijo fue asesinado. En medio del dolor, pidió justicia para que este hecho no quedara en impunidad.

“No sé quiénes serán, quiénes son los responsables de la muerte de mi hijo. Lo único que quiero es que se haga justicia y den con los culpables de estos hechos, que lamentablemente no le deseo a ningún padre o familia pasar por esta situación”, relató el hombre

El joven fallecido residía en el Centro de la ciudad, cerca del sitio en donde fue asesinado. Dejó huérfano a un pequeño niño de 10 años.

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