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Denuncian caso de acoso sexual a través de WhatsApp por parte de un profesor en Piedecuesta

La Personería de Piedecuesta le confirmó a Q'hubo que se han iniciado procesos disciplinarios y penales contra un docente de un colegio público de Piedecuesta por pedirle a través de mensajes de WhatsApp fotos íntimas a una estudiante menor de edad.

El personero de Piedecuesta, Freddy Alberto Gómez López, aseguró que se trata de un docente de un colegio público de ese municipio en el que una estudiante de 13 años de edad presentó como pruebas varios mensajes de WhatsApp donde el educador insinuaba que le enviara fotos íntimas y le contestara videollamadas con presuntas intenciones sexuales.

Al docente se le abrió un proceso disciplinario en la Procuraduría General de la Nación y el caso también está en manos de la Fiscalía. De igual manera, fue de conocimiento por parte de la Secretaría de Educación de Piedecuesta.

“La estudiante denunció el acoso sexual y se allegó el material probatorio. Trabajamos con la Comisaría de Familia para abrir el proceso disciplinario y penal. Estamos a la espera de los informes para continuar con las investigaciones”, señaló el personero.

Las evidencias que más comprometen al profesor son mensajes de WhatsApp. Uno de ellos tiene como fecha el 21 de septiembre de 2023 donde el educador conversó con la estudiante en horas de la noche con intenciones no académicas.

“Me dejas ver un poco tus senos también…”, dice una de las líneas. En otra el docente escribe “… primero quiero sentir que me estás viendo… quiero sentir eso otra vez… pero sentir eso y tocarme es fabuloso”.

Son más de 20 pantallazos los presentados por la familia de la estudiante donde en varios de ellos el educador le pide que borre las conversaciones, no obstante, la joven no lo hace y decide denunciarlo.

Personería pide prevención

El personero de Piedecuesta, Freddy Alberto Gómez López, invitó a las directivas, padres de familia, docentes y estudiantes a adquirir comportamientos que no permitan que se presenten estas situaciones que atentan contra la integridad de los niños y adolescentes.

“Los docentes no tienen por qué pedirles el número celular a sus estudiantes. Los padres de familia deben estar muy pendiente de esas conversaciones de sus hijos y avisar de manera oportuna. Los estudiantes, si no confían en los adultos, hacerlo con entidades como nosotros para iniciar las respectivas investigaciones. No se puede permitir que se vulneren los derechos de los menores y menos de la población escolar”, señaló Gómez López.

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