Un manto de misterio rodea el asesinato de Islay Johana Avendaño Pacheco, de 35 años, ocurrido dentro de un apartamento, ubicado en la calle 18 con avenida 4, del barrio Santa Teresita, cerca de la subida de Cuatro Vientos.
“Este caso está difícil, pues la víctima no tenía amenazas en su contra y parece no estar vinculada en algún ‘negocio turbio’, por el contrario, según testimonios, ella se dedicaba a estampar camisetas en su apartamento”, contó una fuente judicial.
Extraoficialmente se conoció que alrededor del lugar del ataque hay unas cámaras de seguridad que habrían registrado el momento en el que dos hombres, que se desplazaban en una motocicleta Yamaha GN, cometieron el hecho y luego huyeron con rumbo al barrio Bellavista.
Por eso las autoridades analizan las imágenes de los videos para identificar y judicializar a los responsables de este ataque sicarial.
La mujer, que era natural de Bucaramanga (Santander), llevaba al menos ocho meses viviendo con un familiar en esa cuadra de Santa Teresita.
Le dispararon desde una ventana
Se conoció que hacia las 2:15 p. m., Islay Johana estaba barriendo la sala de su apartamento tranquilamente, cuando los dos asesinos arribaron al sitio en la motocicleta.
El parrillero se bajó de la moto, abrió una reja, se hizo al lado de una ventana, desde donde le disparó en ocho oportunidades a la mujer, quedando muerta al instante.
“El asesino luego ingresó y, al parecer, la remató de un tiro en la cabeza, salió y se montó en la moto para huir con su cómplice tranquilamente”, señaló la fuente.
Luego de que los homicidas huyeran, la alarma comunitaria que hay en ese popular sector de la ciudadela La Libertad, comenzó a sonar. Inicialmente varias personas pensaron que acababan de robar en la calle 18 con avenida 4 y se desplazaron hasta esa cuadra.
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Cuando un grupo de personas arribó al lugar se percató de que la mascota de la víctima ladraba, por lo que se acercaron a la ventana y observaron el cuerpo de la mujer tirado en la sala.
A los pocos minutos, una amiga de Islay Avendaño, que vive a pocas cuadras del lugar donde ocurrió el hecho, arribó en su carro para auxiliarla y montarla en el vehículo y llevársela para un centro médico, pero en ese momento se percataron de que ella estaba muerta.
La Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) al ser alertada sobre el ataque armado, envió varias patrullas al sitio, pero ya no había nada que hacer, los uniformados pidieron que llegara la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para que adelantara la inspección técnica.
Durante más de una hora, los peritos forenses de la Brinho revisaron minuciosamente la residencia de la víctima para encontrar pistas que les ayuden a resolver el crimen.
Una mujer amable
Amable, trabajadora y honrada, así describió una amiga a Islay Avendaño. En medio de las lágrimas, la mujer explicó que ayer pasó por la cuadra y vio a la víctima haciendo aseo, a los pocos minutos la llamaron para avisarle del asesinato.
“Ella y yo éramos muy unidas. Nos la pasábamos trabajando, incluso, habíamos quedado de que este fin de semana nos tomábamos unas cervezas, la cita la cumpliremos en la otra vida”, comentó la angustiada mujer.
Los familiares de Avendaño Pacheco, según se conoció, viajarán desde la capital de Santander para reclamar el cadáver en Medicina Legal y darle el último adiós.