La denominada banda ‘Tren de Aragua de Bucaramanga’ responde a esta hora ante un juez de garantías por una docena de homicidios que se cometieron en los años 2022 y 2023 en los barrios Luz de Salvación, Cristal Bajo y Alto, Marianela, Dangond, Balcones del Sur, Granjas de Provenza, Punta Paraíso y Campo Hermoso.
Como las autoridades lo informaron en una rueda de prensa el pasado sábado 22 de julio, la banda había tomado el control de las ollas del microtráfico en el sur de la capital de Santander. Gracias a estas investigaciones 14 miembros de este grupo delincuencial fueron capturados y enviados a prisión.
Las indagaciones comenzaron cuando en marzo del presente año, Brayan Alejandro Uranga Peña, alias ‘Brayan’, divulgó un video en redes sociales donde amenazaba de muerte a expendedores y consumidores de alucinógenos. Aunque no mostró la cara, en las imágenes se apreciaba cuando manipulaba varias armas de fuego.
Tras este video intimidatorio, un grupo del CTI y la Sijin lo capturaron en mes de abril en el municipio de Soacha, en Cundinamarca, y fue enviado a prisión a la cárcel de Palogordo, donde siguió delinquiendo e impartiendo órdenes a los integrantes del grupo delincuencial.
“Esta organización estaba dedicada a la comisión de homicidios en la modalidad de sicariato, extorsiones a diferentes comerciantes, comercialización de sustancias estupefacientes en modalidad domicilio y menudeo, hurto en modalidades de ‘raponazo’ y en establecimientos abiertos al público como restaurantes, bares entre otros”, indicó el comandante de la Policía Mebuc, el general José James Roa.
‘Brayan’, el delincuente cabecilla de este grupo criminal quien se encontraba con medida se aseguramiento preventiva en el centro carcelario de Palogordo, fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad en el municipio de Boyacá, ya que de acuerdo con una fuente policial planeaba un plan de fuga.
También, fuentes judiciales le manifestaron a Vanguardia que esta banda tenía nexos con alias ‘Poporro’, el narcotraficante buscado por las autoridades en Bucaramanga y quien se escondería en Centro y Norteamérica.
Los delincuentes alquilaron una vivienda en el sector del barrio El Pantano, en el barrio La Joya, allí guardaban las armas y se escondían después de cometer los homicidios.
“Además obligaban a esa comunidad a guardarles drogas y armas para evitar que la Policía incautara estos elementos”, expresó el fiscal.
Se espera el desarrollo de las diligencias judiciales para conocer todos los detalles del accionar de estos delincuentes que ya fueron enviados a prisión y que la mayoría son de nacionalidad extranjera.