Este lunes, desde las 10:00 de la mañana, en una audiencia que se extendió por más de hora y media, el Juez Primero Penal del Circuito Especializado de Bucaramanga, dejó ejecutoriada la sentencia de reparación que deberá pagar Juan Guillermo Valderrama Amezquita, por el asesinato de la chilena Ilse Amory, quien fuera su compañera sentimental. El asesinato ocurrió en marzo de 2019.
Según Flor Alba Cely de Vera, una de las abogadas de Valderrama, por daños materiales y morales, el ahora condenado deberá pagar $369.210.985 pesos a los familiares de Ilse Amory Ojeda.
Además, como reparación simbólica, un video de la señora María Virginia del Carmen González Serpa, mamá de la mujer asesinada, deberá formar parte del proceso.
Cabe recordar que en 2020, se oficializó la condena en contra de Valderrama, la cual fue ratificada en 36 años, seis meses y 20 días de prisión.
Esta base se originó por el delito de feminicidio agravado, el más grave por el que es acusado. Además, fue imputado por desaparición forzada agravada; ocultamiento, alteración o destrucción de material probatorio.
La familia exigió que Valderrama Amézquita explique los motivos reales por los que asesinó a Ilse Amory, pues hasta este momento del proceso no se conocen.
El crimen
Amory, de acuerdo con la investigación, llegó a Colombia junto a Juan Guillermo, procedentes de Santiago de Chile, el 5 de marzo del 2019, pasaron una temporada en el municipio de Curití y luego se radicaron en un apartamento en el barrio Cristal Bajo de Bucaramanga.
Durante todo el tiempo la mujer mantuvo constante comunicación vía Whatsapp con su familia, pero el contacto cesó desde el 29 de marzo. Se presume que estuvo secuestrada desde ese día, hasta el 31 de marzo cuando en un vehículo que había comprado a su llegada a Colombia, fue llevada hasta un paraje en la vereda Portachuelo, de Rionegro, en donde el homicida la golpeó con una porra en la base del cráneo; luego, arrojó el cuerpo por un barranco y lo quemó. El 26 de abril se descubrió el macabro crimen, cuando los restos fueron hallados tras el testimonio de un hombre al que Valderrama habría contratado pata que quemara el cadáver.
