En circunstancias que todavía son materia de investigación, el viernes a las 5:20 de la tarde, los uniformados del cuadrante más cercano al sector conocido como Guarín en Bucaramanga, fueron alertados sobre un hombre herido por arma blanca que fallecería horas más tarde.
La víctima mortal era un habitante de calle que al cierre de esta edición seguía sin ser identificado, y de acuerdo al testimonio de testigos y vecinos de la carrera 33A entre calles 32 y 33, fue en medio de una riña con otro habitante de vivienda no formal que resultó lesionado.
Solo tuvo una puñalada, sin embargo fue a la altura del pecho, lo que comprometió varios órganos vitales, y aunque fue trasladado por la comunidad al Hospital Universitario de Santander, perdió la vida tiempo después de ingresar.
Sobre el homicida se conoció que huyó del lugar. Los uniformados lo buscaron por distintas partes del barrio y sus alrededores, pero no lo hallaron, por lo que todavía siguen adelantando operativos con las descripciones dadas por la comunidad para dar con su paradero y comparecerlo ante la ley.
Por ahora, la hipótesis de la riña que desencadenó el trágico desenlace estaría relacionada al consumo de estupefacientes que sigue azotando especialmente a esta comunidad, que en su mayoría sucumben a las drogas y acaba viviendo en las calles.
Debido a que el asesinato se dio en un lugar relativamente central de Bucaramanga, los uniformados de la Brigada Interinstitucional de Homicidios que arribaron a la escena, adelantaron labores de vecindario y hallaron varias cámaras de seguridad que serán indagadas en los próximos días para dar con la identidad del homicida.
Además se recopilaron las declaraciones de algunos testigos del hecho de sangre.
