El domingo 24 de octubre del año 2021 en horas de la madrugada, un incendio por causas aún por establecer se presentó en el apartamento 405, de la torre 13 en el barrio Altos de Betania.
En el inmueble vivían cuatros personas, pero solo una de ellas falleció. Edwar Mauricio Angarita, de 24 años, un joven que laboraba en una carpintería y decidió independizarse con quien era su novia y alquilar el apartamento.
En el piso convivía con su pareja y dos personas más, de nacionalidad venezolana, a quienes les había arrendado una habitación.
Edwar estaba en la madrugada de ese domingo descansando es su habitación. Su compañera sentimental no estaba con él, pero si los inquilinos.
De repente, las llamas comenzaron a salir por las puertas y las ventanas del lugar donde dormía. Vecinos llamaron a los Bomberos quienes llegaron al sitio y controlaron la emergencia.
“Lo extraño es que solo se incendió la habitación de él, quienes lo acompañaban en el apartamento alcanzaron a salir a la calle, ellos sí resultaron ilesos”, relató una hermana.
Cuando se realizaba la inspección por parte de los socorristas se halló su cadáver calcinado.
“No tuvo tiempo de correr ni pedir ayuda, no sabemos si el fuego lo tomó dormido o pasó algo más”.
En ese momento las hipótesis apuntaban que las llamas las provocó un corto circuito generado en un ventilador averiado, pero investigadores del Grupo de Incendios y Antiexplosivos de la Fiscalía descubrieron que, al parecer, habría sido por un cigarrillo encendido.
Testimonios entregados a las autoridades indicaban que Edward estuvo tomando horas antes y sostuvo una discusión con su pareja sentimental, razón por la que la mujer decidió irse del apartamento y se quedó solo.
Fue más de un año el que tuvo que esperar la familia para que Medicina Legal le entregara el cadáver.
“En la morgue se demoraron todo este tiempo para identificarlo. Ya pudimos sepultarlo, pero aún nos queda la duda de qué paso”.
