Un video publicado y viralizado en las últimas horas en las redes ucranianas muestra la emboscada que enfrentó una columna de tanques rusos, cuya formación se vio obligada a replegarse cuando intentaba avanzar hacia Kiev.
Un drone grabó la escena en las afueras de Brovary, situada a 35 kilómetros de la capital ucraniana, confirmó el sitio especializado Bellingcat, que geolocalizó la zona como la carretera E95, donde las tropas rusas intentan concentrarse para asaltar la ciudad.
Según explicó Dan Sabbagh, editor de defensa y seguridad del periódico The Guardian, el video editado combina las imágenes del avance de los tanques, la respuesta de las fuerzas armadas ucranianas y el posterior repliegue de la artillería rusa.
Igualmente la grabación contiene un audio en el que aparentemente un comandante ruso informa del ataque a sus superiores y reporta la muerte de un jefe de regimiento, lo que sugiere que el enfrentamiento no ocurrió en las últimas horas.
Rob Lee, ex marine estadounidense y especialista en el ejército ruso, estudiante del Departamento de Estudios de Guerra en King’s College de Londres, comentó en Twitter la escena y criticó fuertemente la estrategia: “Una táctica muy pobre mostrada por esta fuerza blindada rusa tan cerca de Kiev. Están al alcance de la artillería ucraniana en Kiev, están en una avenida de aproximación obvia, y aun así decidieron agruparse, dejándolos más vulnerables al fuego indirecto”.
El alcalde de la capital, Vitali Klitschko, indicó ayer que “Kiev se ha convertido en una fortaleza”, dos semanas después del lanzamiento del ataque ruso. “Cada calle, cada edificio, cada puesto de control se fortificó”., señaló.
Las fuerzas rusas han ido cercando lentamente la ciudad, alcanzando su extremo noroeste el primer día de su asalto a Ucrania, el pasado 24 de febrero.
Los suburbios del noroeste de Kiev, como Irpín y Bucha, llevan más de una semana sacudidos por bombardeos y disparos, lo que ha provocado una evacuación masiva.
Las carreteras que llevan al noreste, que conducen a pueblos menos poblados, habían estado abiertas en su mayor parte durante la primera semana de la ofensiva rusa.
Desde entonces han avanzado rápidamente hacia Kiev, dejando a la ciudad de tres millones de habitantes con sólo sus carreteras del sur abiertas para una posible evacuación y la entrega de nuevos suministros.
