El crimen del médico colombiano Edwin Arrieta, asesinado en una isla de Tailandia presuntamente a manos del chef y modelo español Daniel Sancho, no deja de causar conmoción en el mundo. El joven de 29 años, hijo del actor Rodolfo Sancho, es señalado de desmembrar el cuerpo del cirujano y arrojar sus partes en un vertedero de Kooh Phangan.
Mientras las autoridades tailandesas avanzan en la investigación, cada día se conocen nuevos detalles del atroz asesinato, que ocurrió el pasado 3 de agosto. Uno de los últimos pormenores que entregó la Policía tailandesa es una impactante imagen que revelaría cómo fue descuartizado Arrieta.
Medios de comunicación divulgaron el esquema de un cuerpo humano, donde se señalan 17 secciones en las que, según la investigación, el confeso asesino habría dividido el cuerpo de la víctima. La imagen también muestra que nueve partes del cuerpo del médico aún no han sido encontradas. Hasta ahora se han encontrado restos de la pierna derecha, parte del brazo izquierdo, la mano derecha, la cabeza y la pelvis del médico.
Cabe recordar que hace unos días las autoridades asiáticas revelaron que Sancho tardó cerca de tres horas en desmembrar el cuerpo del cirujano. Incluso, el hombre se quedó una noche más para limpiar la habitación del hotel donde se hospedaban.
“Daniel confirmó que mató a Edwin porque quería dejar la relación y el colombiano se negaba”, concluyó la Policía, que, además, indicó que el asesinato fue premeditado. Las autoridades también determinaron que Daniel Sancho apuñaló al médico colombiano y al caer al suelo se golpeó la cabeza.
“La Policía está segura de que no fue un accidente, fue un asesinato premeditado, porque antes planeó comprar el material”, indicaron los uniformados tailandeses durante la rueda de prensa, haciendo referencia al video en el que aparece el chef español en una tienda comprando un cuchillo, bolsas de plástico, guantes de goma, esponjas y líquido de limpieza.
Además, la Policía del país asiático descartó que Daniel Sancho haya tenido ayuda de un tercero en el momento del crimen, debido a que no había restos de ADN de otra persona. Con esto, se cae la hipótesis del abogado de la familia del español, que había solicitado indagar si hubo participación de alguien más en el macabro asesinato.
Cabe mencionar que las autoridades ya habían informado desde día anteriores que el objetivo era pedir la pena máxima para Daniel Sancho, ya que las pruebas recolectadas eran suficientes. “Tenemos suficiente evidencia y ahora depende del tribunal empezar el juicio”, dijo Somsak Nurod, jefe de investigación de la Comisaría de Koh Pha Ngan a la AFP.
En vista de estos detalles escalofriantes, la Policía tailandesa reafirmó su intención de buscar la pena máxima para Daniel Sancho, que en este caso correspondería a la pena de muerte. Según las leyes del país, esta pena puede llevarse a cabo mediante fusilamiento o inyección letal, procedimientos similares a los utilizados en Estados Unidos.
“Hemos consultado al fiscal sobre algunas de las pruebas y son suficientemente consistentes para acusarle de asesinato premeditado, lo que conlleva la pena de muerte”, afirmó Surachate Hakparn, subdirector de la Policía de Tailandia.
Ahora, el fiscal encargado del caso analizará minuciosamente la evidencia y determinará la pena que solicitará en el juicio. Esta decisión tiene implicaciones profundas y podría llevar a Sancho a enfrentar una de las dos opciones que Tailandia ofrece para la pena de muerte: fusilamiento o inyección letal.
Tailandia es uno de los 54 países en el mundo donde la pena de muerte es legal y se aplica en la práctica. Sin embargo, allí su aplicación real es intermitente.
Desde 1935, en ese país asiático se han llevado a cabo 326 ejecuciones, siendo 319 por fusilamiento y 7 por inyección letal. Actualmente, alrededor de 500 personas se encuentran en el llamado “corredor de la muerte”, esperando la ejecución de la pena capital.
