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El neerlandés Fabio Jakobsen ganó la segunda etapa de la París Niza

El pedalista del Quick Step fue el más veloz en el embalaje.

El neerlandés Fabio Jakobsen (Quick Step) sigue intratable en el embalaje y volvió a mostrar su estado de gracia imponiéndose con autoridad ante el belga Wout Van Aert en la segunda etapa de la París Niza, entre Auffargis y Orléans, de 159,2 km, marcada por el viento y los abanicos, en la que logró mantenerse de amarillo el francés Christophe Laporte.

Jakobsen, incrustado en el primer grupo que llegó a meta después de múltiples cortes provocados por el viento, alzó los brazos ante los favoritos de la general, con una fuerza descomunal que hizo inútiles los esfuerzos de los hombres del Jumbo Visma. Van Aert y Laporte se tuvieron que conformar con la segunda y tercera plaza.

El ciclista holandés cumplió el pronóstico previo que otorgaba la etapa llana a un velocista. Entre los elegidos en la fuga buena de 40 tenía pocos rivales y remachó sin apenas opción, firmando su sexta victoria de la temporada, con un tiempo de 3h.22.54, en una jornada rápida que se cerró entre sobresaltos continuos a 47,1 km/h.

El Jumbo Visma, que arrasó en la primera etapa con las tres primeras posiciones, controló la jornada para mantener el liderato de Laporte y buscar la etapa para Van Aert. Jakobsen evitó el triunfo parcial, pero el amarillo siguió reposando en las espaldas del francés, quien aventaja en 5 segundos al campeón de Bélgica y en 11 a Roglic. De momento, todo queda en casa.

Una etapa llana, corta, pero nerviosa de principio a fin, que obligó a llevar las alarmas encendidas por el viento y los abanicos que amargaron el día a unos cuantos. Una escapada de 3 hombres, con el ilustre veterano belga Philip Gilbert entre ellos, animó el viaje, sobre todo cuando el excampeón mundial era líder virtual con una ventaja de 6 minutos.

Todo cambió cuando el viento empezó a soplar de costado en el km 20. Nervios, estado de alerta constante y caídas. En una de ellas quedó atrapado, sin consecuencias, Wout Van Aert, quien se reincorporó al pelotón tras visitar al médico.

Más tarde, en otra refriega, se fueron al suelo Gaudu y Trentin, rezagados ya hasta meta. Delante atizaban al personal los Quick Step, el Ineos y sobre todo el Jumbo, con sus 3 hombres fuertes unidos por imán.

Después de varios altibajos, siempre unos persiguiendo a otros con desesperación, el movimiento clave llegó a 50 km de meta. Quedaron delante 30 corredores. Todos los favoritos atentos, con Roglic, Quintana, los hermanos Adan y Simon Yates, y algunos velocistas, como Jakobsen, protegido por la ‘manada de lobos’.

La carrera ya volaba. El Jumbo con cuatro hombres, el Ineos con tres y el Quick Step con cuatro estaban interesados en hacer valer la numerosa fuga. El esprint estaba cantado, aunque algunos, como el suizo Bisseger, pensaron lo contrario tratando de sorprender marchando en solitario.

Pero el contrarrelojista no tuvo fuelle para aguantar una persecución implacable que se había convertido en un duelo táctico entre Jumbo y Qick Step.

La escuadra belga desplegó su arsenal a 2 km de meta, lanzando a Lampaert, Senechal y Stybar en relevos para colocar en bandeja el triunfo a Jakobsen. El líder Laporte fue el primero en atacar con decisión marcando la senda del éxito a Van Aert.

Entre todos emergió Jakobsen. Potencia pura sobre los pedales. El neerlandés salió a por los hombres de amarillo y se los merendó con una suficiencia que demostró su condición de mejor esprinter del comienzo de la temporada. La victoria 31 de su carrera profesional. Está imparable.

Este martes segunda etapa, entre Vierzon y Dun-le-Palestel, de 190,8 km, recorrido escarpado en la segunda parte y final en repecho que puede deparar alguna sorpresa.

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