Un sujeto con el que ya había tenido problemas en el pasado y que llevaba cobrándole un dinero en los últimos días, optó por cobrar esa deuda con la vida del muchacho en pleno centro de Fusagasugá, mientras los locales estaban cerrados y los habitantes de la zona dormían.
Las autoridades fueron notificadas minutos después por unos peatones que pasaban por la zona y observaron que el joven agonizaba sobre el asfalto. Una patrulla arribó al lugar y se llevó al herido a un centro médico cercano, en donde dos horas después se reportó el deceso de la víctima debido a la gravedad de sus heridas.
El verdugo, tras agredir al muchacho, se fue caminando y no fue capturado en el acto. Sin embargo, como si se tratara de una casualidad del destino, fue aprehendido horas más tarde por la Policía, pero no por el delito de homicidio.
“Este hombre fue encontrado en una calle del centro con varias papeletas de bazuco que estaba comercializando y por eso se le capturó. Ya después se conoció por los videos de las cámaras de seguridad de la calle, en donde ocurrió el crimen, que horas antes había asesinado al joven”, le dijo a Q’HUBO la Policía de manera extraoficial.
Se espera que en las próximas horas el sujeto sea vinculado al homicidio del muchacho, del que no se pudo conocer su identidad porque no portaba documentos ni llegaron familiares o allegados a reconocer su cuerpo, el cual, hasta el cierre de esta edición, permanecía en la morgue del municipio.
Puñal y muerte
A la 1:30 de la madrugada de ayer, en medio de la soledad y penumbra de la noche, sobre la carrera octava con calle 8 de Fusagasugá se presentó el homicidio del muchacho.
Dicen que el joven iba caminando por la calle cuando se encontró con su verdugo, quien de inmediato comenzó a cobrarle la plata que le debía, pero al ver que el joven no tenía con qué pagarle, sacó el cuchillo y le propinó la mortal herida en el pecho, lo que terminó ocasionándole la muerte cuando el reloj marcaba las 4 de la madrugada de ayer.
Según la versión de varios habitantes de la zona, la víctima llevaba escondiéndose en los últimos días de aquel hombre, pero al ver que no se lo habían vuelto a encontrar por el punto donde se presentó la tragedia, decidió tomar ese camino para llegar a su casa a descansar.
Tristemente su vida terminó sobre una camilla del centro asistencial y, según dicen, todo por una deuda de tan solo 10 mil pesos.
Del homicida se pudo conocer que es un peligroso delincuente de Fusagasugá que vende estupefacientes desde hace mucho tiempo por los alrededores del parque principal de Fusagasugá.
