El patrullero que tenía funciones de guía canino, alteró el entrenamiento del perro policía para que no hiciera las señales de alerta cuando identificaba coca en los contenedores inspeccionados, según reveló la Fiscalía General luego del operativo que dejó su captura y la de otros tres policías vinculados con una red de narcotráfico transnacional.
Alias Bermeo, como ha sido identificado el patrullero, trabajó durante un año en alterar el entrenamiento del perro, distrayéndolo con juguetes justo cuando tenía que realizar los recorridos por los contenedores contaminados con el estupefaciente de los que él ya tenía conocimiento.
Método que logró identificar un agente encubierto que durante más de un año le siguió los pasos y cuyos hallazgos permitieron tejer el mapa por el que cayeron un intendente y otros dos patrulleros en Cúcuta, Norte de Santander; Girardot, Cundinamarca y Puerto Giraldo, Atlántico; y que serían solo la antesala de la gran red.
El intendente, identificado como Luis Fernando Ramírez Algarra, era el presunto responsable de contactar a los trabajadores del puerto de Santa Marta, Magdalena, para que permitieran el ingreso de la coca camuflada. La Fiscalía dice que recibía y repartía dineros que los narcos le pasaban a la policía.
Los otros dos patrulleros son señalados de permitir el acceso al terminal de los contenedores con coca, así como de custodiar el tiempo de permanencia y el movimiento de los mismos en el puerto; labores que remataba el guía canino, haciendo mucho más fácil que la coca saliera sin problema a puertos de México, Guatemala, España y Bélgica.
Entre las pruebas de la Fiscalía, conocidas por EL COLOMBIANO, están documentadas tres grandes incautaciones realizadas por autoridades europeas y agentes encubiertos: el 15 de septiembre de 2017 en Bremerhaven, Alemania, cuando hallaron 1.109 kilos de clorhidrato de cocaína en láminas de Drywall en un contenedor exportado por la empresa CI Caribe Exporta, y en la que fue capturada una persona.
El 30 de diciembre de ese mismo año dieron con 8.385 kilos de cocaína en el puerto de Amberes, Bélgica, ocultos en contenedores que llevaban bananos, exportados por las empresas CI Productos de los Andres y CI Frutban.
Otro contenedor de la firma CI Productos de los Andes llevaba escondidos 5.091 kilos de coca, descubiertos en febrero del 2018 nuevamente en Amberes, Bélgica. Hallazgo por el que capturaron a seis personas, entre ellos un colombiano.
Aunque los implicados ya fueron judicializados, la Fiscalía aún no ha revelado quién es el narco que sedujo a los policías y los puso al servicio de la red, así como el precio con el que lograron sacarlos de servicio para permitir que la coca se moviera sin problema en el puerto samario.
Los policías fueron judicializados y enviados a la cárcel, pero no aceptaron cargos