El trágico asesinato de Diego Valencia, un niño de 9 años, ocurrido el pasado 16 de diciembre, día en que iniciaron las novenas, conmocionó al país.
Un joven identificado como Julián Alexis Giraldo Bedoya, de 18 años, fue señalado por las autoridades como el presunto responsable de este atroz crimen.
Según las investigaciones de la Fiscalía, Diego desapareció tras salir de su casa con la ilusión de averiguar los horarios de las novenas navideñas en su comunidad. Su madre, Isadora Camayo, relató con dolor que su hijo quería recibir un regalo en las novenas de su barrio ya que ella no tenía dinero para darle el aguinaldo.
Sin embargo, esa misma tarde, el pequeño nunca regresó a casa, encendiendo las alarmas de su familia y la comunidad. La búsqueda del niño se extendió durante 5 días e involucró a las autoridades locales, quienes usaron un dron para explorar la zona boscosa de Caimalito, corregimiento de Pereira (Risaralda).
El presunto responsable, Julián Alexis Giraldo Bedoya, fue capturado el 31 de diciembre en Armenia, Quindío. Durante la audiencia de imputación, la Fiscalía presentó cargos en su contra por homicidio agravado y hurto calificado y agravado. Por decisión de un juez de control de garantías, Giraldo Bedoya fue enviado a un centro carcelario como medida de aseguramiento mientras avanza el proceso judicial.
Las investigaciones indican que Giraldo Bedoya estaba bajo los efectos de estupefacientes cuando se topó con el niño y lo atacó para robarle su teléfono celular, quitando la vida en el instante.
Este caso ha generado un llamado de atención sobre la seguridad en las zonas rurales de Pereira y la necesidad de proteger a los más vulnerables. Mientras tanto, la familia de Diego y la comunidad esperan que se haga justicia para honrar la memoria del pequeño, quien soñaba con recibir un balón como regalo de Navidad.
Con información de El Universal*