Durante la noche del 20 de octubre, un niño de tan solo 6 años fue llevado de urgencia al Hospital Mario Gaitán Yanguas en Soacha, Cundinamarca, con heridas graves en la cara y el tobillo.
Según los informes, el pequeño había sido atacado por un perro poodle en la residencia donde se encontraba bajo el cuidado de una mujer de 52 años.
La madre del niño informó a las autoridades que el menor había estado jugando con un trompo y, según sus palabras, «lo empezó a molestar tirándole un trompo», lo que presuntamente desencadenó la reacción agresiva del perro.
Según la mujer a cargo del niño, el perro «se despertó agresivo y se lanzó a morderlo».
Los médicos señalaron la necesidad de realizar una cirugía plástica debido a las lesiones en el pómulo y el tobillo izquierdo del niño, aunque su estado se reportó como estable y bajo observación médica a la espera de la remisión para la cirugía.
«El niño se encuentra estable, bajo observación médica a esperas de remisión por cirugía plástica», indicaron los profesionales a cargo de su atención.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ya está al tanto del caso y ha iniciado las investigaciones correspondientes.