A Wilson Rodríguez Taborda se le vio feliz y entusiasmado en los últimos diez días. Ese era el tiempo que llevaba trabajando como electricista en una empresa de metalmecánica en el barrio Ceballos, en Cartagena.
Toda su vida había laborado de manera independiente, pero ahora era contratista y eso le hacía organizar o planear muchas cosas para sus siete hijos, pero la muerte se le cruzó en el camino.
El hombre, de 58 años, y residente en el barrio San Pedro Mártir salió temprano de su casa, el sábado (30 de septiembre). Lleno de ánimo llegó a la empresa y comenzó a realizar las adecuaciones de un cableado.
Cuentan testigos que cuando eran 2 de la tarde los contratistas comenzaban a recoger sus herramientas porque la jornada había terminado, pero Wilson tenía pendiente tensionar dos cables que estaban en un poste de energía, ubicado afuera de la empresa.
Buscó una escalera y subió para hacer el arreglo. Cuando estaba arriba, que sería un metro y medio de distancia con el suelo, el hombre cayó y se golpeó fuertemente la cabeza. Fue llevado por sus compañeros a la Clínica El Bosque, pero no resistió.
La Policía Metropolitana atendió el caso e informó que Wilson sufrió una descarga eléctrica que lo hizo caer al suelo de manera aparatosa; sin embargo, sus familiares no tienen clara la razón de la muerte y espera que Medicina Legal lo confirme.
Los familiares de Wilson no tienen claro si murió por el golpe en la cabeza o la descarga eléctrica, pero lo que sí dicen saber es que el contratista no contaba con el equipamiento de seguridad para los trabajos que realizaba.
“No tenía los elementos de seguridad necesarios y por eso se cayó. No sabemos cómo laboraban todos los días, pero la muerte de Wilson se pudo evitar si hubiera estado bien sujeto al poste”, relató un pariente a este medio.