La frase ‘todo está caro’ no ha dejado de oírse en las plazas de mercado, tiendas, carnicerías, fruvers, y en los hogares colombianos.
Esta alza generalizada en los precios ha impactado a vendedores y a personas de a pie, de la misma manera, y es que todos coinciden: ‘la plata no alcanza’.
Uno de los sectores más afectados, recientemente, es el de carnes. Q’hubo indagó en la Plaza Central de Floridablanca sobre los precios de este alimento y también sobre la frecuencia de compra. Sin sorpresa, en las carnicería la frase común era: ‘ya casi nadie compra carne’, ‘hoy no hemos tenido más de tres clientes’, ‘no hay quien compre grandes cantidades’.
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Uno de los vendedores de este alimento en la plaza, Willian Barrero Hernández explicó que el negocio de la carne cada vez está más díficil.
“Acá no hay carne barata, la libra está a 14 mil pesos, lo mínimo, y nadie quiere comprarnos. La gente ya no viene por acá, pasan pero nadie se atreve a comprar”, contó el comerciante.
Así las cosas, para ellos termina siendo también una decisión retadora saber qué cantidad de carne comprar, por el miedo de que esta se les quede, y después no la puedan vender.
Además, Barrero comentó que conseguir la carne para la venta es todo un desafío que implica pasar necesidades.
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“Nos toca ir lejos, quedarnos por allá, aguantar hambre pa’ traerla un poco más barata, a veces llega y a veces no. Toca hacerle porque qué más hacer”, dijo.
Este negocio se ha visto afectado trayendo menos mercancía y presentando constantes pérdidas. “Ahora a lo mucho pasan 6 personas al puesto, y llevan poquito, porque quién se va a animar a llevar más, cuando sabe que le van a cobrar todo eso”.