En 1968, hace 54 años, llegaron al Mutis los primeros misioneros de la Consolata para hacerle un acompañamiento pastoral a ese popular sector de Bucaramanga. En ese entonces, una comitiva del vecindario recibió al sacerdote Bruno Batello, un hombre de fe, quien al lado del padre Miguel Merlone, participó en la construcción de un templo.
Lo mejor de ese histórico recuerdo es que quienes hicieron parte de esta comunidad de Bucaramanga siguieron los pasos del religioso y se pusieron a sembrar ‘semillas de fe’ en los alrededores de sus viviendas.
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Así nació el parque que hoy lleva el nombre de este italiano: Bruno Batello, el cual se adecuó justo en la entrada Norte-Centro del Mutis, metros adelante del Viaducto Alejandro Galvis Ramírez.
El escenario, tras un trabajo liderado por la Secretaría de Infraestructura Local, hoy tiene una cara renovada.
El parque cuenta con un amplio espacio, seguro y moderno, ideal para el encuentro de los vecinos, de sus familias y en general de los transeúntes.
Las obras incluyeron la adecuación de los senderos peatonales, la instalación de juegos infantiles, así como un gimnasio biosaludable; incluso se modernizaron los postes del alumbrado público y se construyeron bancas y diversas zonas de estancias para chicos y grandes. También se dispone de un biciparque.
Algo para destacar es que las zonas peatonales se ampliaron y se incorporaron a las viviendas del sector, con un piso estilo deck y con pasto japonés.
Además, se respetaron los frondosos árboles del sector, a los cuales se les hicieron sus respectivas áreas de protección.
El Consorcio Parques VB, conformado por Veroco ING SAS y Business Millenium Group SAS, fue el encargado de tales ejecuciones.
De acuerdo con el propio alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas Rey, en este proyecto se invirtieron cerca de $2.000 millones, con los cuales se logró la recuperación de 3.247 metros cuadrados del lugar.
Para tal efecto se hizo la incorporación de un diseño de alta arquitectura, el cual garantizó la transformación física y social de este lugar para permitir un mayor disfrute de todos los ciudadanos.
“La humanización de áreas olvidadas durante años se convierte en un símbolo y una herramienta contundente para combatir la inequidad. El diseño y el trazado se destacan en esta importante obra comunitaria”, agregó el Mandatario Local.
Por su parte, Iván Acevedo, director del Taller de Arquitectura de la Alcaldía, señaló que lo que “buscamos fue mejorar y recuperar la posesión del espacio público que actualmente ofrece el barrio, generando nuevos espacios comunitarios que incorporan mejores mobiliarios urbano para estancias, juegos infantiles, el deporte y actividades al aire libre”.
