Isis Valentina Noguera tiene 14 años, vive en el sector de Yarima en San Vicente de Chucurí y cursa grado octavo en el Colegio Integrado del mismo nombre de su corregimiento. En su casa vive con sus abuelos, su mamá, sus hermanos, su tía y sus primos, es la primera nieta y la niña mayor de la casa.
A Valentina le gustan las matemáticas y cuando se gradúe de bachiller quiere convertirse en ingeniera química. El pasado lunes 25 de abril recibió una gran noticia, fue una de las dos niñas santandereanas escogidas por la Fundación She Is para tener una experiencia en la Nasa.
El día que le fue comunicada su escogencia se encontraba en clases, estaba lloviendo pero las campanas de su colegio anunciaron una reunión en el coliseo. Cuando los estudiantes estaban allí reunidos, Isis fue llamada al frente y una funcionaria de Ecopetrol sacó una carta, la leyó en voz alta y le dijo “eres una niña que inspira a todos los alumnos de San Vicente de Chucurí, del corregimiento de Yarima y que veas que cada vez puedes volar más lejos”.
Algo similar le ocurrió, pero esta vez en Barrancabermeja, a Zharick Sophía Vásquez de 12 años. El jueves 21 de abril cuando se encontraba en su salón de clases del grado séptimo en la Escuela Normal Superior Cristo Rey del Distrito Petrolero fue llamada por su coordinadora para acompañarla a la biblioteca de la institución, al entrar allí y ver a integrantes de Ecopetrol y de la Fundación She Is se emocionó y agradeció a Dios porque su sueño se comenzó a materializar.
Zharick quiere ser licenciada en biología pero afirma que desde pequeña le ha gustado observar las estrellas, los astros, leer sobre ellos, conocer sus secretos, por eso la emoción al enterarse de que fue elegida fue doble.
Aunque confiesa que nunca se ha montado en un avión ni mucho menos salir del país quiere regresar de esa experiencia cargada de más ganas, de ejemplo para sus compañeras y con la convicción de que los sueños su se cumplen.
La segunda misión a la Nasa
Durante el año anterior, ocho niñas de Barrancabermeja y cinco de Puerto Wilches cumplieron el sueño de conocer el Space Center de la Nasa en Estados Unidos.
Niñas campesinas, víctimas del conflicto o en condiciones económicas desfavorables que se destacaron por su excelente desempeño académico disfrutaron de la estadía en Houston, Texas.
Las pequeñas, entre 8 y 14 años de edad, tuvieron la oportunidad de compartir con miembros del Centro Espacial Johnson de la Nasa, gracias a la fundación She Is y el apoyo de Ecopetrol, gobiernos locales y la Gobernación de Santander.
En esta segunda misión, según la fundación She Is “35 niñas de 21 departamentos de Colombia, en situación de vulnerabilidad, llegarán a Houston Texas para ser agentes de cambio que les permita transformar sus entornos, empoderarse y ser lideres en sus comunidades, a la vez que estas mismas serán multiplicadoras y voceras de oportunidades en cada uno de sus territorios a través del programa Ella Es Astronauta”.
El proceso de selección, según el informe, “se desarrolló junto a ellas una serie de pruebas y entrevistas que dieron como resultado la nueva tripulación 2022 de 35 niñas seleccionadas para esta gran aventura, a nivel nacional aplicaron más de 3500 niñas. En total fueron 21 departamentos seleccionados y 32 municipios como Yaguará, Tauramena, Quibdó, San José del Guaviare, Puerto Asís, Saravena, Puerto Tejada entre otros”.
La fundación relató que “la aventura tendrá una programación durante cinco meses, con dinámicas de liderazgo, motivación y encuentros con astronautas y mujeres del área que lograron tener nuevas perspectivas de vida tomando sus habilidades, conocimientos y distintas formas de pensar en contextos de trabajo en equipo, brindar soluciones creativas e impactando a otras niñas y mujeres”.
Los sueños
Para Isis Valentina Noguera, del corregimiento de Yarima, “el viaje será una oportunidad para conocer bastante, para mejorar mi idioma inglés, para seguir dedicándome en mis estudios”.
Noguera expresó que “hay que perseguir los sueños, hay que ayudar a los demás, hay que esforzarse para hacer posible lo que pareciera imposible”.
Por su parte, Zharick Sophía, destacó que “quiero aprender mucho pero cuando regrese quiero darle un giro a mi vida. Quiero impulsar a más niñas a decirles que todo lo que uno anhela de corazón se puede hacer realidad. Si se tiene la disciplina, el cariño se puede hacer”.
Esta niña anhela “traer ideas para el semillero de formación de mi colegio para que ellos puedan seguir adelante y quiero que esta maravillosa experiencia me cambie la vida y siempre llevando a Dios en mi corazón”.
