Rubén Darío Gómez es conocido en la ciudad por ayudar a quien más lo necesita, sin embargo, ahora también será recordado por pelear contra lo que significa un gran riesgo para la comunidad.
Gómez reside en Piedecuesta, pero es el representante de los padres de familia del colegio Santa María Goretti ubicado en Bucaramanga, donde estudian mil 978 estudiantes repartidos en tres sedes educativas y, desde que el Ministerio de Educación nacional, el Ministerio de Salud y hasta la Procuraduría ordenaron que todas las comunidades
educativas hagan presencia en los colegios, ‘se puso la 10’ para “pelear” en contra de esa decisión.
“Ante ese orden de ideas y conociendo que existe la norma técnica colombiana 495, que rige los espacios que debe tener cada salón y la capacidad de estudiantes que debe recibir cada institución educativa para la carga laboral de cada docente, nos empezó a preocupar que en pleno pico de pandemia la Federación Médica Colombiana manifieste que las nuevas cepas que entraron al país dijeron que hoy una vacuna no garantiza salvaguardar la vida.
«Nos preocupa el regreso y sin garantías ni inversión en infraestructura lo vamos a hacer”, dijo.
En su lucha, ya le envió un derecho de petición al Gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, solicitando diversas acciones para que existan garantías que respalden la presencialidad y junto a sus iguales, puedan sentirse tranquilos por la ida al colegio de sus hijos.
Asimismo, el programa Red Papaz ya lo contactó y con ellos están trabajando en pro de que estas decisiones cuenten
con la seguridad necesaria en medio de la crisis sanitaria generada por el coronavirus.
