Comunidades de los barrios San Marcos y San Cristóbal se oponen a la tala de un árbol tipo Caracolí, ubicado en la calle 6 N° 15-123, que un propietario de un terreno ordenó erradicar por atentar contra su vida.
De acuerdo con Yiseth Sandoval, habitante del barrio San Cristóbal, “no existe ningún riesgo de que este árbol pueda atentar contra la vida de nadie, pues donde está ubicado nadie vive, sino que se trata de un predio vacío”.
Uno de los argumentos del hombre que ordenó la tala de este ejemplar es que “el árbol de antigua edad tiene las raíces destapadas, mostrando su inestabilidad y riesgo”, así lo escribió en una tutela que interpuso ante el Juzgado Tercero Penal Municipal llamándole la atención a la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, por no acelerar los trámites de tala.
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Y es que este hombre ha acudido, en compañía de su esposa, a las autoridades ambientales del municipio, es decir a la Secretaría de Medio Ambiente y Gestión del Riesgo. Por lo que esta entidad ha enviado funcionarios a observar de cerca el inconveniente y su conclusión fue la de una tala urgente.
Incluso, la Alcaldía, por medio de esta Secretaría ha remitido las peticiones de la esposa del hombre que pidió la tala a la Cdmb, insistiendo al subdirector de evaluación y control ambiental, Héctor Fabián Mantilla Remolina, acelerar el trámite de demolición.
En los documentos entregados a este diario, por la comunidad del barrio, se observa la petición que hace el secretario de Ambiente, William Javier Niño Acevedo, a esta corporación.
Un intento nocturno
Yiseth Sandoval y otros testigos notaron que el pasado 27 de abril, el implicado habría traído maquinaria para talar el árbol a eso de las tres de la mañana, denuncia la ciudadana.
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“Yo escuché la moto sierra y de una grité ‘¡El árbol!’, mi familia se despertó y fuimos a rodearlo para que no lo talaran”, contó.
Lo cierto es que el tire y afloje de la comunidad para ver qué sucede con este árbol ha llevado a habitantes del sector a reunir evidencia que demuestre que el árbol no representa ningún peligro.
Diego Fernández Martínez, vecino del barrio San Marcos, señaló que es el solicitante, el que ha movido las raíces del árbol, enviando a otras personas para que excaven y así “hacer creer que se está en riesgo de una posible caída”, cuenta, Martínez
A la fecha, la comunidad se encuentra a la espera de lo que suceda con este ejemplar Caracolí que lleva en esta zona más de 70 años.
Para José Luis Moreno, del colectivo social de ‘La Panela’, este árbol ha sido muy importante para la comunidad porque ya hace parte de su historia. “Además las personas están, de la mano de nosotros, mejorando las zonas verdes”, dijo.
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Este diario se intentó comunicar con la Cdmb y con el secretario de Ambiente y Gestión de Riesgo de Piedecuesta . Sin embargo, ambas entidades se mantuvieron en silencio.