Se trata de de 10 personas entre médicos veterinarios, auxiliares y defensores de animales que benefician a comunidades de estratos 1 y 2 que prestan servicios destinados a controlar la natalidad de caninos y felinos y controlar la sobrepoblación, el abandono y los índices de animales en situación de calle.
Bajo el título Impacto Animal, la Unidad Móvil Médico quirúrgica Veterinaria, remolcada por una clásica camioneta Chévrolet Luv cabinada, viaja a los sectores más necesitados y en los que mayor cantidad de animales se pueden ver.
Del equipo hacen parte dos médicos veterinarios, tres auxiliares, vacunadores, coordinador de eventos y personal de logística que se encarga de recibir, pesar y organizara los animales antes de pasar al quirófano.
Al respecto, el defensor de animales, Juan Carlos Pérez, manifestó que “desde hace seis años arrancamos con este trabajo con el doctor Miguel para promover las esterilizaciones en gatos y perros”.
Pérez señaló que “sin embargo, nos dimos cuenta que si la gente quería acceder a las cirugías pero si conseguía el valor e la cirugía no tenía para los medicamentos, si tenía para los medicamentos no le alcanzaba para el transporte o no tenían el tiempo para los desplazamientos”.
El defensor de los animales explicó que “en ese momento se tomó la decisión de construir la Unidad Móvil que es un quirófano ambulante, muy similar a los que tienen las Secretarías de Salud para ir directamente a los sectores donde hay necesidad, sobrepoblación para llevarles un trabajo de la mejor calidad a un bajo costo”.
El integrante del equipo de Impacto Animal dijo que “hemos recorrido varios sectores de San Gil, vamos a Ríonegro cerca de tres veces al año, hemos estado en muchos barrios de Bucaramanga y el área metropolitana. Precisamente estuvimos recientemente en Piedecuesta y Girón”.
De acuerdo con el animalista, los presidentes de junta o líderes comunales los contactan y convocan a la comunidad para que asista a las jornadas, “el secreto está en que mientras un veterinario en un establecimiento tiene una o dos cirugías de esterilización y cobra el valor justo por ese procedimiento, nosotros lo haceos en cantidad, hasta 100 a la semana, a bajo costo y con eso sopesamos los gastos”.
Durante los procedimientos, los animales son intervenidos, pasan a una sala de recuperación, que muchas veces es adecuada en los salones comunales y al final se les entregan medicamentos para completar su proceso de recuperación. También hay una persona que se encarga de administrar vacunas y desparasitar a las mascotas.
Sin embargo, para quienes no cuentan con los recursos, pese a los bajos costos, estas personas crearon un ‘plan padrino’ en el que buscan que la misma comunidad, colaboradores o empresas puedan costear el valor de estas cirugías, medicamentos y el programa pueda llegar a más animales.
