Desde hace un año, el sujeto de 38 años, de nacionalidad extranjera, desempeñaba sus funciones en un establecimiento de latonería, en el barrio Villa del Río. Las víctimas indicaron que le ‘tendieron la mano’ para que contara con un sustento; sin embargo, se aprovechó de la confianza.
Según manifestaron, en los últimos días el capturado les dijo que tenía intención de retornar a su país, situación que no despertó sospechas por parte de los dueños, pero al día siguiente, la sorpresa fue otra.
Cuando llegaron a su taller, observaron que faltaban varias herramientas y que, además, su empleado nunca llegó a trabajar.
Con un sabor amargo, las personas acudieron a informar a la Policía para que dieran con el paradero del presunto delincuente.
Iba para Bucaramanga
De inmediato se dio inicio a un despliegue de acciones, especialmente en los puestos de control sobre el transporte público.
La información que se tenía era que, al parecer, el sujeto ya había vendido algunos de los elementos robados, con el fin de comprar un pasaje en bus que los llevaría a la ciudad de Bucaramanga, pero su plan no salió como esperaba.
A la altura del peaje de Curití, los uniformados detuvieron el tránsito del vehículo en el que se transportaba el sospechoso. Durante el momento del registro, le encontraron dentro de sus pertenencias, un taladro y una pulidora.
Tras la evidencia, el hombre fue dejado a disposición de la Fiscalía de San Gil; sin embargo, después de las audiencias de legalización de captura e imputación de cargos, un juez lo dejó en libertad.