De los denominados ‘raponazos’, esos que de manera desafortunada están a la orden del día y de la noche en las calles de la capital santandereana, los celulares figuran como el ‘botín’ que más llama la atención entre los delincuentes callejeros.
¡En efecto! Los teléfonos móviles representan el objeto más hurtado en el 52% de los casos de delincuencia común que se han efectuado en lo que va del año en la capital santandereana.
Se debe advertir que tal porcentaje ‘se queda corto’, si se tiene en cuenta que la gente prefiere no denunciar tales atracos por temor a represalias o, incluso, porque considera que a la par con la inseguridad también reina la impunidad.
Y este no es solo un dato más de las cifras de inseguridad que azotan a la ciudad. De manera precisa, según la Policía Metropolitana de Bucaramanga, Mebuc, hay bandas organizadas que se dedican al robo y a la posterior venta de celulares hurtados.
Las autoridades policiales, nada más en lo que va corrido del presente año, han incautado 370 celulares plagiados, que fueron reportados por la comunidad, y que no contaban con documentos que acreditaran su legalidad. Además se han decomisado computadores y tabletas.
De acuerdo con el proceder de los delincuentes, las bandas alteran la identidad del equipo móvil o borran el IMEI con dispositivos de cómputo y software, y simulan tener un celular completamente nuevo.
Por estos delitos, durante este 2022, la Mebuc ha capturado a 342 delincuentes, muchos de ellos pertenecientes a bandas especializadas en ese delito que además ha dejado víctimas con lesiones e incluso muertes.
Estas estadísticas salen a la palestra en momentos en que la ciudadanía no sale de la conmoción por el vil homicidio de una joven de 15 años de edad: Nickol Valentina Rodríguez.
Ella fue apuñalada en varias oportunidades, al parecer intentando evitar que le robaran su celular en momentos que se movilizaba por el túnel del nuevo parque en el intercambiador del Mesón de los Búcaros, cerca a la Escuela Normal Superior.
Los comentarios y las diversas manifestaciones de indignación de los ciudadanos no se hicieron esperar en las redes sociales y en las diferentes plataformas de los medios de comunicación.
Muchos de ellos solicitan más presencia de la Policía en los barrios para que no se sigan presentando hurtos, atracos o asesinatos en las inseguras calles de la ciudad.
Percepción y realidad
El pesimismo y el miedo reinan entre la comunidad que reside en los cuatro municipios del área metropolitana de Bucaramanga.
El temor más acentuado tiene que ver con la sensación de inseguridad que se respira en el área. Para citar solo el caso de Bucaramanga, la mitad de la población no se siente para nada segura.
Además, en los cuatro municipios del área metropolitana, entre el 66% y el 75% de los entrevistados por la Encuesta de Percepción Ciudadana del Programa BMCV, confesaron que a lo que más le temen es al accionar de delincuentes que se dedican a los hurtos y a los homicidios.
MODALIDADES DE ROBOS CALLEJEROS MÁS FRECUENTES EN BUCARAMANGA
- El bataleo: por lo general, los delincuentes actúan en grupos de a tres; uno de ellos golpea el carro por la parte de atrás y ante el descuido del conductor, otro saca los objetos que hay sobre las sillas. Mientras tanto, el tercer hampón roba los objetos de valor que llevan los pasajeros, como relojes o cadenas.
- El cosquilleo: son los ladrones que se suben a los autobuses que van repletos y aprovechan la circunstancia para meter las manos en los bolsillos.
- Carteristas: son expertos en sacar billeteras; actúan de manera especial en las filas que se realizan para hacer pagos de servicios, en los buses y en las aglomeraciones de gente.
- Raponeros: algunos usan bicicletas o motocicletas para que no los persigan; pero en Bucaramanga, por lo general, van a pie. Este tipo de delincuentes atacan de manera especial en las paradas de buses y en los semáforos, donde les quitan celulares y cadenas a las personas que van en las ventanillas.
- Atracadores propiamente dichos: son los más violentos, porque ‘chuzan’ a las víctimas cuando intentan reaccionar. Actúan en lugares solitarios de los barrios, sobre los puentes peatonales o en las paradas de buses.
- Los tramadores de la bolita: Es un tipo de robo tan viejo, que sorprende que todavía caigan incautos. Se trata de una banda que estafa a personas con el famoso ‘juego de la bolita’, en donde la víctima apuesta dinero y obviamente pierde.
