José Luis se encuentra postrado en una cama por un accidente que le ocasionó un trauma craneoencefálico.
En diciembre fue la última vez que una enfermera llegó a su casa. A partir del 20 de ese mes comenzó el ‘calvario’ para ella y su mamá, ya que la salud de su hermano comenzó a complicarse porque no recibía el tratamiento y los cuidados necesarios.
“Se ha complicado. El miércoles estuve en Coosalud y solo me decían: mañana le mandamos la enfermera y así me tienen desde el 20 de diciembre” aseguró Ximena.
Sin experiencia alguna, las dos asumieron el papel de la enfermera que tanto requería José. Incluso, estuvieron a punto de exponerlo a contagiarse de COVID-19, porque su mamá debió atenderlo mientras era portadora del virus.
Por esta razón, desesperadas, acudieron a Q’hubo buscando ayuda con el fin encontrar atención, llamado que no había atendido la EPS Coosalud.
Frente a la crítica situación, esta redacción se comunicó con la EPS. Allí, Mayra Quintero, una de sus funcionarias, indicó que en la tarde se daría una respuesta a la petición en curso.
Anteriormente la familia había interpuesto un desacato a Coosalud e informó el delicado problema ante la Superintendencia de Salud, pero la respuesta siempre fue la misma: “Tienen que esperar, en estos días gestionamos”.
Ante la insistencia, acudimos también a la Secretaría de Salud de Bucaramanga, con Juan José Rey. Q’hubo le informó el caso a la entidad municipal, que ya había sido notificada hacía varios días por Xiomara.
De inmediato se entabló una comunicación directa con la EPS prestadora del servicio, indagaron sobre la historia del paciente y antes de terminar la jornada hubo noticias.
Al cierre de esta edición el Secretario informó, por medio de un comunicado, que desde este 28 de enero, José Luis contará con los servicios de enfermería necesarios para su tratamiento. Es decir, hoy las cosas cambian de nuevo.
