Hay indignación, dolor, miedo y consternación en Charalá por el asesinato de María Rosa Pico, de 71 años, en el barrio Comuneros. La hallaron en el piso de su vivienda, amarrada de manos y pies, con su boca amordazada. La escena era tétrica.
“Esto no se puede quedar así. Necesitamos que se haga justicia. Estamos aterrados”, manifestó Diocelina Pico luego de conocer el vil crimen de su tía, de quien recuerda era una mujer muy cariñosa, servicial y cordial con todos los vecinos.
Aunque hacía un año no la visitaba debido a la pandemia, sus allegados le daban razón de ella, porque siempre hubo un sentimiento muy fuerte.
“Nos criamos prácticamente con ella, porque vivíamos muy cerca. Salíamos de la casa y nos íbamos para allá. Nos daba comida, nos consentía. Solo tengo muy buenos recuerdos de mi tía. La visitaba seguido pero con lo del coronavirus me tocó alejarme. Siempre fue muy cariñosa conmigo y los sobrinos. Todavía no puedo creer que haya pasado eso”.
Insistió en que el crimen que se debe investigar a fondo, porque es imposible que nadie haya oído nada. Aseguró que desconocen cuáles podrían ser las causas por las que alguien pudiera atentar de esta forma contra doña María. No sabían de enemigos, mucho de amenazas.
Una muerte aterradora
Todos esperaban que la vejez acabara poco poco con la energía de María Rosa Pico. Lejos estaban de pensar que sería blanco de un homicidio.
No sufría de enfermedades y se mantenía muy conservada. Con sus 7 décadas ya había sepultado a dos esposos, así como a dos de sus 4 hijos. Algunos de los residentes de la zona la recuerdan activa, que siempre salía de su casa muy arreglaba, con su bolso terciado en brazos.
No hay explicación para lo que sucedió el lunes a las 9:20 de la noche, en la calle 12 # 23-21 del barrio Comuneros. Su hijastro fue quien reportó el macabro hallazgo.
La puerta abierta ‘de par en par’ llamó su atención cuando regresó de trabajar. Con temor, entró y lo primero que vio fue a su madrastra tirada con algunos signos de violencia. Ya no respiraba. Su deceso se habría dado por asfixia mecánica.
Las habitaciones estaban desorganizadas, por lo que se presume que se trataría de un robo; sin embargo, ninguna de sus pertenencias habría desaparecido.
Desde ese momento, las autoridades iniciaron las investigaciones y ya tienen pistas claras. “Van por muy bien camino”.
De igual forma verifican cámaras de seguridad en el sector, con el fin de establecer posibles rutas de acceso y salida de los criminales e identificarlos. “No vamos a escatimar esfuerzos. Tenemos varias personas investigando”, dijo el Coronel Oscar Hernán Cortes Dueñas, Comandante Operativo de Seguridad Ciudadana de Departamento de Policía Santander.
Se ofrece recompensa
El crimen ha generado escozor entre la comunidad de Charalá y hasta la Alcaldía ofrece 5 millones de pesos por información que permita dar con la ubicación y captura del responsable o responsables a través de la línea de atención y emergencias 123 o al número celular del cuadrante. Se garantiza absoluta reserva.