Por años la joyería artesanal ha marcado una tendencia en la moda de muchos ciudadanos. Lucir una prenda que lo haga sentir cómodo representa un gustico de vida.
Y así lo interpreta Pedro Cadena, quien lleva más de 40 años en Bucaramanga fabricando todo tipo de artesanías de lujo.
“Hace cuatro décadas me vine de Guayatá, en Boyacá. Un hermano me enseñó a producir la artesanía y desde entonces es mi labor.
“Trabajaba en el campo como muchos de mi región, pero un día él me dijo que me viniera para la ciudad, tomé mis primeras clases, comencé y de forma empírica he logrado aprender”, dice Pedro quien hace de la ‘bisutería’ un proceso 100 % inoxidable.
Cuenta que hoy el trabajo que más se expone es con el metal, pues todo va cambiando según la moda.
“Antiguamente se trabajaba el bronce que fue una época de grandes retos, pero como esta va evolucionando, ahora la platería y últimamente el acero son los fuertes y lo que compra la gente.
Su fuerte es el metal, “hago manillas, pulseras, collares y placas personalizadas.
“Como son trabajos artesanales, la herramienta no es costosa y la mano de obra tampoco difícil.
“El ingenio y los materiales necesarios como alicates, laminador de joyería y la pulidora para brillar y fabricar los objetos son la clave”, dice Pedro.
Su taller ambulante
Es un ‘forastero’ de ferias, va a donde lo invitan. Esta semana por ejemplo se la pasó en el parque de La Vida, el Ciudadela Real de Minas, a donde llegó y comenzó a fabricar sus manillas.
“Mi taller lo cargo para todas las ferias. Desde acá fabrico el material para tener, en algún llamado, la mercancía suficiente para ir a vender”.
“Donde se vean ferias y fiestas allá llegamos. Es nuestro punto de venta, pues con este trabajo he recorrido gran parte del país, he ido a Apartadó, Santa Marta, Medellín, entre otras ciudades. Mi fábrica es este rectángulo como vendedor informal y como artesano a mucho honor”.