Durante su infancia, el círculo social de Sergio Pérez fue muy limitado. Siempre estuvo junto a su familia y a donde ellos iban, él también. Y no fue porque no le gustara tener amigos, o porque prefiriera distanciarse, sino porque la violencia no le permitió que pudiera conocer más personas de las que él frecuentaba en su natal San Vicente de Chucurí, tierra que lo vio nacer.
Según contó Pérez, su mamá era auxiliar de enfermería en el puesto de salud del municipio, labor que desarrollaba con igual aprecio para todos sus pacientes. Pero en esa época, en donde la guerra era prácticamente el ‘pan de cada día’, los grupos al margen de la ley no distinguían de afecto ni profesionalismo, solo buscaban su beneficio y quienes les llevara la contraria, quizá no vivirían para contarlo.
Ella, junto a sus hijos tuvo que huir. Las amenazas no se hicieron esperar y durante varios años buscaron refugio en diversas zonas, como Barrancabermeja, Sabana de Torres y finalmente, Girón.
En este tiempo, entre ciudad y ciudad, Sergio buscó refugio en la literatura y la escritura. Fue así como poco a poco reforzó sus habilidades en este campo y logró llegar lejos.
“Empecé a crear historias para distraerme. Con el paso del tiempo reforcé esa habilidad, luego pasé al colegio, después al ejército, y más adelante llegué a la universidad, donde estudié licenciatura”.
Sergio, decidido a plasmar sus letras, su imaginación y por supuesto, su pasión con la literatura, no dudó en escribir su primera novela.
“Mi primera novela se llama “El Incesante Silencio de Tu Voz”. La escribí unos años después de la universidad. Escribí un poco sobre mis experiencias y hablé del conflicto, pero no de forma descarada, sino mostrando una nueva visión donde se muestra el heroísmo de estas personas que viven la experiencia de la guerra. La envié a unas editoriales y solo una española la publicó, sacó primero 500 ejemplares y luego mil”.
Actualmente continúa escribiendo. Incluso, ya tiene escrita y corregida otra que se llama ‘El Silencio de los Desposeídos, y otra titulada ‘La utopía de los feos’. “Estoy ahora escribiendo el laberinto de los perdedores y seguiré escribiendo hasta que el cuerpo aguante”, Finalizó.
