El sueño de la vía Bucaramanga – Pamplona como un proyecto 4G quedó archivado. En mayo de 2024, la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, anunció la terminación anticipada y el inicio de la liquidación del contrato con el que se buscaba mejorar el tráfico vehicular en este corredor de 124 kilómetros que une Santander con Norte de Santander.
El proyecto contemplaba una inversión en obras que rondaba los $1,5 billones y culminaba en 2041. Hasta el 17 de mayo de 2024, fecha en la que el concesionario y la ANI terminaron el contrato anticipadamente, el proyecto reportó un avance de tan solo 11,22 %, con atrasos en las cuatro unidades funcionales.Los atrasos en la vía Bucaramanga – Pamplona quedaron consignados en el informe de septiembre de 2024, realizado por la interventoría
A finales de 2024, la ANI confirmó a este medio que para el proyecto se habían destinado cerca de $640.000 millones. Sin embargo, quedaban pendientes gran parte de los recursos para esta iniciativa.
No obstante, desde esa entidad mencionaron que esos recursos permanecen en “subcuentas” a las que el concesionario solo podría acceder cuando termine obras. “(…) se aclara que los recursos se encuentran depositados en las subcuentas del patrimonio autónomo toda vez que únicamente se puede acceder por parte del concesionario a estos recursos hasta que culmine las intervenciones en cada una de las Unidades Funcionales del Proyecto”, indicaron desde la ANI.
Entre 2025 y 2035 estaban programados $1,07 billones en vigencias futuras para este proyecto.
En entrevista con Vanguardia, el presidente de la ANI, Francisco Ospina Ramírez, se refirió al proceso de liquidación de este billonario contrato. Ante el dinero que quedó pendiente por girar para este proyecto, el funcionario indicó que rondaría los $800.000 millones.
Frente a cuánto dinero podría recuperarse o destinarse a otros proyectos ante la liquidación del contrato, el presidente de la ANI reveló que las expectativas no son muy altas, pues no superan el 20 %. Incluso podría ser menor. Basado en lo explicado por el funcionario, podría quedar un “remanente” cerca de $160.000 millones de este proyecto. En otras palabras, esa cifra es lo que se podría ‘salvar’ de este proyecto fallido.Francisco Ospina Ramírez, presidente de la ANI, habló de la liquidación del contrato Bucaramanga – Pamplona | Foto Luis Álvaro Rodríguez Barrera / VANGUARDIA
Sin embargo, Ospina Ramírez enfatizó que se esperan los resultados de un análisis técnico y financiero que permita calcular cuánto se debe pagar al concesionario en la liquidación. Hasta tanto, no se oficializaría el valor.
“Creería que alrededor del 20 %, o menos, podría quedar remanente una vez se haga la liquidación. La realidad del asunto es que no sería una decisión de la agencia (ANI), y que los recursos remanentes no van a ser de $1 billón como las personas se han imaginado. (…) este proceso de liquidación, que terminamos en marzo, nos va a definir cuáles son los datos finales”, dijo Ospina Ramírez a Vanguardia.
De acuerdo a las estimaciones, el valor que quedaría tras la liquidación no alcanzaría para terminar el proyecto con otro contrato.
Vía Bucaramanga – Pamplona: ¿cómo va la liquidación del proyecto? | Foto Franz Rey / VANGUARDIA
Ese dinero que quede se iría al Fondo de Fuentes Alternativas de Pago para el Desarrollo de Infraestructura (FIP), en el que tienen participación los ministerios de Transporte y Hacienda.
El funcionario confirmó que en marzo se terminaría el proceso de liquidación y allí se sabrá el monto a pagar al concesionario. Una vez termine la reversión, el corredor será entregado al Invías para que lo administre.
Así estaban asignadas la vigencias futuras para la vía Bucaramanga – Pamplona, según la ANI | Diseño: Nelson Caviedes / VANGUARDIA
Hasta la reversión del corredor a esa entidad, el concesionario actual seguirá desarrollando las actividades de operación y mantenimiento en la vía. Para la operación y transitabilidad de diez puntos críticos de la vía Bucaramanga – Pamplona se destinaron $25.000 millones, en mayo de 2024.
¿Qué se quería hacer en la vía Bucaramanga – Pamplona?
Las inversiones del proyecto contemplaban la construcción de 10,7 km de tercer carril; construcción de 14,6 km de calzada sencilla, rehabilitación de 8,9 km de calzada existente y 10,1 km de rehabilitación de doble calzada y el mejoramiento de 100,6 km de calzada sencilla existente.
Asimismo, se contemplaba el diseño y construcción de 22 puentes vehiculares y 2 peatonales.
Para ello se contemplaba una inversión de $1,55 billones en obras. La terminación estimada del contrato de concesión estaba planteada para el 22 julio de 2041.
De acuerdo con la ANI, el contrato de concesión N°. 002 de 2016 se dio por terminado ante la “imposibilidad de ejecutar el Plan de Obras establecido para el proyecto vial”. Entre las principales razones que señaló la ANI para que este proyecto quedara estancado se encuentra la imposibilidad de ejecutar el tramo de la Conectante C1-C2, que generó controversia y un impacto ambiental en zona rural de Floridablanca.
¿Qué se debe hacer con la vía Bucaramanga – Pamplona?
Para el ingeniero civil Luis David Arévalo, expresidente de la Sociedad Santandereana de Ingenieros, SSI, hay tres aspectos que se deben tener en cuenta con este proyecto vial.
El primer aspecto que Arévalo resaltó es el monto del pago que se la hará al concesionario una vez termine la liquidación. El ingeniero recordó episodios como el vivido con la Concesión Zona Metropolitana de Bucaramanga, ZMB, como ejemplos para no repetir.
Asimismo, el ingeniero Arévalo indicó que el dinero que se pueda recuperar, tras la liquidación, debería invertirse en Santander. Especialmente en la conexión con Norte de Santander.
“En segundo lugar, esos recursos deben quedarse para Santander. Si había una plata destinada para Santander en el corredor a Cúcuta, esos recursos tienen que resguardarlos y tenerlos presentes para invertirlos en Santander en esa misma vía”, dijo Arévalo a este medio.
Finalmente, el experto en vías señaló que es importante se revise de manera detallada cuál debe ser el camino para conectar el tráfico pesado que viaja hacia Cúcuta sin entrar a la zona urbana del área metropolitana de Bucaramanga.