La reciente decisión de la Alcaldía de Bucaramanga de extender el horario de funcionamiento de los establecimientos nocturnos ha generado una gran malestar entre los líderes cívicos de la Junta Administradora Local, JAL, de la Comuna Cabecera. Según los voceros de la comunidad, esta medida compromete la tranquilidad del sector, especialmente luego de que los empresarios de la vida nocturna realizaran una protesta que paralizó la ciudad durante media jornada el pasado viernes.
“La manifestación de los dueños de los bares, que se prolongó por más de cuatro horas, bloqueó importantes vías de la capital santandereana, generando congestión vehicular y molestias para los residentes. Es inconcebible que en respuesta a esta presión, las autoridades locales optaran por conceder la ampliación del horario, lo que ha sido interpretado por nosotros como una concesión injustificada ante las demandas de un grupo que ha causado reiterados problemas de convivencia”, dijo José Alfredo Vega, edil de la Comuna Cabecera.
Como se recordará, desde anoche los establecimientos nocturnos y de venta de licor en Bucaramanga tienen permiso para atender al público hasta las 4:00 a.m., únicamente durante los fines de semana. Entre semana podrán operar solamente hasta las 2:00 a.m. La Secretaría del Interior de la Alcaldía de Bucaramanga tomó tal decisión, luego de una mesa de trabajo realizada con representantes del gremio de entretenimiento nocturno en la capital santandereana.
Protesta en Cabecera
En misiva enviada a la opinión pública, la dirigencia cívica aseguró lo siguiente: “La Junta Administradora Local de la Comuna 12 manifiesta su rechazo al acuerdo realizado entre la Alcaldía de Bucaramanga y la Asociación de Bares y Discotecas del sector de cabecera a “espaldas” de la comunidad”.
“Consideramos inconveniente la extensión del horario y la cobertura ya que la afectación ha sido continua y las medidas que deben tomar dichos establecimientos para evitar todos los problemas ocasionados a la comunidad hasta la fecha no se han realizado (Insonorización de los locales, seguridad, salidas de emergencia, movilidad de la zona, venta y consumo de estupefacientes y licor en cercanía de sus locales, recolección correcta de desperdicios, etc… También conminamos a la Alcaldía a realizar los controles que debe hacer para que todos los establecimientos cumplan con la normativa vigente”.
Según Vega, “nos afana de manera profunda el mensaje que está enviando la administración municipal. Premiar una protesta que alteró el orden público no es la solución para mejorar las relaciones entre los empresarios nocturnos y la comunidad”.
Recordó que “hemos denunciando hasta la saciedad que los establecimientos nocturnos ya han sido foco de quejas debido al ruido excesivo y el comportamiento incívico de algunos clientes, especialmente en horas de la madrugada”.
Por su parte, la Secretaría de Gobierno justificó la decisión argumentando que busca equilibrar los intereses económicos de los empresarios con el derecho al descanso de los residentes. Sin embargo, los líderes cívicos consideran que esta medida podría agudizar los conflictos en una zona que ya enfrenta problemas de orden público.
“La convivencia no se logra cediendo ante presiones. Necesitamos un enfoque integral que contemple controles efectivos y diálogo entre las partes”, agregó Vega.
Entretanto, algunos residentes han expresado su indignación por lo que perciben como una falta de consulta previa. “El comercio nocturno genera empleo, sí, pero no puede ser a costa del bienestar de quienes vivimos aquí”, declaró Juan Alberto González, un vecino de dicha comuna.