El estudio global de la empresa de investigación de mercados Ipsos sobre el Costo de Vida, indica que el 26 % de la población mundial enfrenta desafíos severos para satisfacer sus necesidades fundamentales, esta cifra apenas ha cambiado respecto al 29 % reportado en junio de 2022. A pesar de la relativa estabilidad en las tasas de interés, con una disminución del 48% en las expectativas de aumento en los próximos 12 meses, muchos ciudadanos continúan luchando para manejar sus finanzas.
Otros resultados muestran diferencias significativas entre regiones. En Norteamérica, un 70 % de las personas creen que pagarán más por sus compras de alimentos en los próximos seis meses, una cifra superior al 67 % en Latinoamérica y al 60 % en la región de Asia-Pacífico; en Europa, la percepción es similar, con un 70 % de los encuestados esperando un aumento de este rubro.
Por otro lado, solo el 30 % de los encuestados a nivel global confía en que su renta disponible aumentará el próximo año, mientras que el 29 % teme que disminuirá. Esta paridad refleja una profunda incertidumbre económica. Países como Turquía, Hungría y Argentina presentan una mayor probabilidad de que los ciudadanos perciban una disminución en su ingreso disponible.
La percepción sobre la inflación también es alarmante. El 21 % de los encuestados cree que la inflación en su país nunca volverá a la normalidad. Japón encabeza esta lista con un 44 %, seguido de Bélgica con un 34 %. En Europa, la mayoría de los encuestados en países como Francia y los Países Bajos creen que la inflación no se estabilizará hasta después del próximo año.
Causas del incremento en los precios: una realidad compleja
El estudio de Ipsos revela las opiniones de los participantes sobre las razones detrás del aumento continuo de los precios. Un 70 % atribuye la escalada de precios a la situación económica mundial, un 6 7% apunta a las políticas gubernamentales y un 68% destaca el impacto de las tasas de interés.
Además, un 65% de los participantes considera que las ganancias exorbitantes de las corporaciones son un impulsor crítico del aumento inflacionario.
En el informe también se destaca que las principales categorías domésticas donde se esperan aumentos significativos en los próximos seis meses son la compra de alimentos (67 %), los servicios públicos (65 %), otras compras domésticas (64 %), el combustible (61%) y las salidas sociales (53 %).Revista Ubicar, Panoramicas Bucaramanga Noviembre 2012
Solo 8% de los colombianos reporta vivir con comodidad económica
En el contexto latinoamericano, Colombia se destaca por un reducido 8% de ciudadanos que afirman tener un nivel de vida holgado. Además, el 14 % afirma que es muy difícil administrar sus finanzas, superados solo por las dificultades reportadas en Argentina (21 %) y Chile (17 %).
En comparación con otros países de la región, un 35 % de los colombianos percibe su condición económica como inferior a la de países vecinos, ligeramente por encima del promedio global del 33%. Perú y México siguen con porcentajes menores del 2 3% y 2 2% respectivamente.
Al poner la lupa sobre la inflación colombiana también se percibe un desaliento, pues el 52 % de los encuestados cree que la tasa de inflación en el país es mayor que a principios de año, superando el promedio mundial del 46 %. Solo Sudáfrica tiene una percepción más negativa, con un 73 %.
El sentimiento económico en Colombia se inclina hacia el pesimismo, con un 68 % anticipando subidas en las tasas de interés y un notable 80% pronosticando un incremento en el desempleo. Estos porcentajes son los más altos en Latinoamérica, reflejando una profunda preocupación por la economía.
Frente al panorama fiscal, el 87 % espera un aumento en los impuestos, una ligera disminución respecto a noviembre de 2023, pero aún así preocupante. Solo el 25 % piensa que sus ingresos disponibles (lo que puede gastar después de pagar sus facturas) aumentarán el próximo año, alineándose con la media global del 29 %.
La perspectiva en Colombia apunta a un incremento notable en el costo de vida para el semestre venidero. El 74 % espera que los costos de los servicios públicos como gas y electricidad aumenten, y el 71 % prevé un alza en el costo de los alimentos y el combustible. Otros gastos domésticos también se verán afectados, con el 67 % esperando incrementos en sus compras diarias y el 55% en sus salidas sociales.
La investigación de Ipsos pone de manifiesto una desconexión entre las mejoras macroeconómicas y la percepción pública. Aunque las tasas de inflación están comenzando a disminuir, la mayoría de las personas no perciben una mejora en su bienestar financiero. Este desajuste puede atribuirse a varios factores, incluyendo la cobertura mediática polarizada y las expectativas económicas divergentes entre diferentes grupos políticos y geográficos.
La tarea para los gobiernos y los líderes económicos es clara: deben trabajar no solo en mejorar las cifras macroeconómicas, sino también en comunicar efectivamente estos avances a la población y en asegurar que las mejoras económicas se traduzcan en una sensación tangible de bienestar para todos los ciudadanos.
Aunque algunos indicadores muestran señales de recuperación, la percepción pública aún está marcada por el pesimismo y la incertidumbre, por lo que se evidencia una clara necesidad de cerrar esta brecha y devolver la confianza a las personas en su estabilidad económica futura.
Sobre el estudio: Estos son los resultados de una encuesta realizada por Ipsos en 32 países en su plataforma en línea Global Advisor y, en India, en su plataforma IndiaBus, entre el viernes 22 de marzo y el viernes 5 de abril de 2024. Para esta encuesta, Ipsos entrevistó a un total de 24.801 adultos mayores de 18 años en India, de 18 a 74 años en Canadá, República de Irlanda, Malasia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Turquía y Estados Unidos, de 20 a 74 años en Tailandia, de 21 a 74 años en Indonesia y Singapur, y de 16 a 74 años en el resto de países. Las muestras de Brasil, Chile, China, Colombia, Indonesia, Irlanda, Malasia, México, Perú, Singapur, Sudáfrica, Tailandia y Turquía son más urbanas, más educadas y/o más prósperas que la población general. Los resultados de la encuesta de estos países deben considerarse como un reflejo de las opiniones del segmento más “conectado” de su población.