Tras la reciente denuncia, protocolizada por residentes de la Ciudadela, en torno a la conformación de una nueva ‘calle del cartucho’ en su comuna, docenas de lectores nos enviaron registros gráficos que evidencian cómo en los alrededores de sus predios se han observado indigentes y consumidores de drogas alucinógenas, generando un ambiente de inseguridad y de deterioro del entorno.
Este tipo de calles se han expandido de manera preocupante y, a juicio de los denunciantes, urgen acciones concretas para acabar con este desalentador panorama en aceras y vías.
“Nos sorprende recorrer las calles del barrio La Independencia y ver las aceras llenas de cartones. Además, las cuadras huelen a marihuana”, dijo una vecina del lugar, quien solicitó la reserva de su nombre.
“Las calles cuarta y quinta son vías que están vedadas para la gente: por allí solo pueden pasar ‘ñeros’ en la madrugada. Mejor dicho, por esta zona se congrega el hampa”, precisó otro vecino.
Es lamentable constatar cómo estas ‘calles del cartucho’ se han convertido en ‘refugios’ para personas en situación de calle, quienes se ven obligadas a vivir en condiciones precarias, expuestas a la intemperie. Lo anterior sin contar que los vecinos de esos predios se ven en constante riesgo de sufrir agresiones o abusos.
“La falta de atención y apoyo por parte de las autoridades ha contribuido a que nuestro vecino esté a merced de los hampones”, dijo Julio Alberto Macías, vecino del barrio San Francisco.
Además, la presencia de consumidores de drogas alucinógenas en estas cuadras ha disparado los problemas sociales existentes, perpetuando un ciclo de adicción y marginación que afecta tanto a los individuos involucrados como a la comunidad en general.
En zonas como el barrio Gaitán prolifera la venta de objetos robados y herramientas corroídas por el óxido en más de un centenar de locales incrustados en las paredes de las viviendas de este sector.
La falta de acceso a programas de prevención y tratamiento para las adicciones agrava la situación, pues muchos adictos terminan refugiándose en estas vías. Es imperativo que las autoridades tomen medidas para abordar este problema de manera integral.
“Es fundamental implementar políticas públicas que garanticen el acceso a vivienda digna, servicios de salud mental y programas de reinserción social para las personas en situación de calle y con problemas de adicción”, planteó una vecina del barrio Alfonso López, en donde existe otra ‘calle del cartucho’ sobre la calle 34 con carrera 5.
Ella instó a las autoridades a tomar medidas concretas para abordar esta penosa situación, garantizando el respeto a los derechos humanos de todas las personas y promoviendo un entorno urbano más seguro.
LAS ZONAS MÁS NEURÁLGICAS
Calle 34 con carrera 5, del barrio Alfonso López: Esta cuadra colinda con la escarpa del sector y justo en esa zona se camuflan expendedores y consumidores de drogas.
Carrera 16 con calle 4: Según denuncian los vecinos de ese popular sector, al lugar llegan jíbaros, quienes se especializan en vender sustancias al menudeo, que usualmente son compradas por personas que vienen de otras partes de área metropolitana.
Calle 28 con carrera 17: Este punto, que también es frecuentada por docenas de habitantes de calle, es considerado como uno de los puntos de mayor afluencia de vendedores de estupefacientes.
La Ciudadela: Las personas que residen en la zona que bordea a la antigua edificación del Área Metropolitana de Bucaramanga denunciaron la peligrosa conformación de otra improvisada ‘calle del cartucho’. Según ellas, se ha evidenciado un aumento en la presencia de consumidores de drogas alucinógenas y personas en situación de calle, quienes están ocupando los espacios públicos de manera desordenada.
Alrededores del Salesiano: Denuncias de los padres de familia, relacionadas con el expendio y consumo de drogas en inmediaciones de este plantel, por los lados de Quebradaseca, siguen generando preocupación y tienen en alerta a las autoridades.
Puerta del Sol: La propia Policía ha evidenciado un inquietante fenómeno en el andén de la parte baja del Intercambiador de la Puerta del Sol, el cual ha sido camuflado bajo la apariencia de un ‘dormitorio de indigentes’. Sin embargo, lo que realmente se esconde tras esta fachada es la presencia de grupos de individuos dedicados a la venta de drogas.
Calle 33, entre las carreras 17 y 18: Los andenes son habilitados para los colchones que ubican allí de los mendigos.
Avenida Quebradaseca: En las áreas aledañas al Intercambiador de la Avenida Quebradaseca, entre las carreras 13 y 14, funciona otro expendio de drogas. Este foco es propicio para esta práctica ilícita debido a la poca presencia de policías; además, en esa área hay muchos locales abandonados a su suerte, los cuales se han convertido en guaridas de delincuentes.
Ciudad Norte: En esta comuna existen puntos de expendios de drogas camuflados como tiendas.
Calle 30, entre carreras 15 y 18: Esta vía es una de las área más dramáticas en cuestión del microtráfico. En esa arteria se encuentran pensiones y hoteles en un estado evidente de deterioro y se cree que muchos de los jíbaros se refugian por estos lados.
‘Mercado de las Pulgas’: Situado en la puerta de entrada del popular barrio Gaitán, es considerado como uno de los sitios más graves en materia de expendio de drogas alucinógenas. En esta zona, la Alcaldía de Bucaramanga anunció una pronta intervención de las autoridades.
Bulevar Bolívar con 16: Esta zona se ha identificado como un área de ‘residencia’ de varios habitantes de calle. Aunque por estos lados las autoridades han adelantado sendos operativos de control, a cada rato se ven consumidores y vendedores de drogas.
