Bucaramanga, la ciudad de los parques y las flores, alberga un tesoro escondido: el barrio El Prado. Este rincón de la urbe, con su encanto atemporal y su aire de tranquilidad, se ha ganado el título de “el barrio más ‘cool’ para vivir”.
El portal metrocuadrado.com analizó las búsquedas que se están haciendo vía internet en Bucaramanga para vivir y destacó al barrio El Prado.
Ciudadela Real de Minas y El Prado lideran la clasificación. Luego están Provenza y después de ellos estuvieron Cabecera del Llano y Lagos del Cacique.
Un paseo por la historia del barrio El Prado
El Prado, fundado en 1950, emerge como un oasis en medio del crecimiento urbano. A pesar de los modernos edificios que han alterado el horizonte, El Prado se aferra a su esencia.
Sus inmensas casonas evocan una época pasada, impregnando el barrio con tonos clásicos y tradicionales. Aquí, los jardines florecen y los pinos se alzan como testigos silenciosos de los cambios que han ocurrido a su alrededor.
Las casonas del barrio El Prado en Bucaramanga son auténticas joyas arquitectónicas que narran la historia de esta ciudad. Estas imponentes residencias, construidas en diferentes épocas, son testigos mudos de la evolución urbana y social de la capital santandereana.
Aunque rodeado por el bullicio de la ciudad, El Prado mantiene su espíritu residencial. Los pensionados comparten espacio con jóvenes estudiantes, y las fachadas de las casas se mantienen en buen estado.
El verde es el protagonista: árboles, flores y jardines llenan los patios y las calles. Cerca de 520 casas, sin contar los nuevos edificios, albergan a alrededor de 2.300 personas.
Características
Ubicación: Entre las carreras 33 y 37, desde la calle 36 hasta la calle 42.
Comuna: Pertenece a la Comuna Oriental (No. 13).
Estratos: Predominan los estratos 4 y 5.
Vecinos: Cabecera, Altos de Cabecera, San Pío, El Jardín, Álvarez Restrepo y Las Américas.
Principales avenidas: Carrera 33 y calle 36.
Parque: San Pío (adscrito a Cabecera del Llano).
Parroquias cercanas: Iglesia de San Pío y la de la Santísima Trinidad.
Este barrio no solo es un remanso de paz, sino también un crisol de culturas. Lo que alguna vez fue exclusivo para las clases altas, ahora acoge a personas de diferentes estratos sociales. El Prado es un testimonio vivo de la historia de Bucaramanga y un recordatorio de que la belleza y la serenidad pueden coexistir en medio del ajetreo urbano.
Además, muchas de las casonas en El Prado siguen el estilo neoclásico, caracterizado por fachadas ornamentadas, balcones de hierro forjado y amplios patios interiores. Estos elementos reflejan la elegancia y la sofisticación de la época.
Los detalles decorativos son una parte esencial de estas construcciones. Cornisas, molduras, columnas y relieves adornan las fachadas, creando una estética única. Además, los vitrales y las rejas artísticas en las ventanas añaden un toque distintivo.
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Finalmente, según el portal Properati, dentro de las 17 comunas en las que se divide la ciudad hay presencia de arquitectura colonial como el Museo casa de Bolívar ubicado en el barrio Bolívar; arquitectura republicana como la del Club de Comercio de la ciudad ubicado en el barrio El Centro; y arquitectura contemporánea como la del edificio el Majestic ubicado en el barrio El Prado.