De acuerdo con el Plan Maestro de Movilidad Metropolitana, se ha identificado que los conductores ilegales, aquellos que operan sin los permisos y sin las licencias necesarias, movilizan aproximadamente el 19,1 % de los pasajeros en el área metropolitana de la capital santandereana.
Sin embargo, el anterior porcentaje resulta relativamente bajo si se considera que al menos el 24,4 % de los ciudadanos de la zona se desplazan en motocicleta, siendo evidente que la mayor incidencia del fenómeno ‘pirata’ se encuentra en este medio de transporte.
El informe también señala la existencia de al menos 57 puntos informales de transporte, conocidos como ‘terminalitos’, donde se llevan a cabo desplazamientos ilícitos en las ciudades de Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón.
Y la cantidad significativa de transportadores ilegales y viajes de pasajeros que se llevan a cabo en el área metropolitana contrasta notablemente con la escasa cantidad de multas impuestas por esta infracción vial.
De acuerdo con las Direcciones de Tránsito de los cuatro municipios del área, las sanciones por violar la norma en relación a estas actividades apenas representan el 1,5 % del total de multas impuestas mensualmente.
Estos datos, según Fabián Fontecha, subdirector de Transportes del Área Metropolitana, resalta la importancia de abordar y ponerle freno a la ‘piratería’, no sólo por la competencia desleal que representa para los conductores legales, sino también por los riesgos asociados a la seguridad de los pasajeros.
“Es necesario implementar medidas y políticas que promuevan un sistema de transporte seguro, legalizado y eficiente en beneficio de la comunidad”, dijo.
¿Quiénes se dedican a la ‘piratería’?
Desde jóvenes que no han tenido la oportunidad de estudiar ni de trabajar, hasta profesionales desempleados y pensionados, hacen parte del grupo de conductores que en Bucaramanga y el área metropolitana se dedican a realizar los denominados transportes ‘piratas’.
En este perfil del transportador ilegal se incluyen personas involucradas en diferentes tipos de actividades ilegales relacionadas no sólo con el transporte, sino también con la delincuencia.
En Bucaramanga, contrario de lo que podría pensarse, los transportadores ilegales suelen operar a luz del día. A pesar de que no cumplen con los requisitos legales y regulaciones establecidas por las autoridades para el transporte público, ellos deambulan a sus anchas y muchos de ellos incumplen las normas de seguridad requeridas para garantizar la protección de los pasajeros.
Además, tras revisiones técnico-mecánicas, está comprobado que sus medios de transporte no cumplen con el mantenimiento adecuado de sus vehículos.
