Durante el pasado 4 de enero, una habitante del barrio Lagos del Cacique de Bucaramanga reportó que al patio de su casa llegó un animal silvestre que aparentaba estar quemado y lucía mal herido.
Expertos en rescate animal de la Corporación Autónoma para la Defensa de la meseta de Bucaramanga, Cdmb, en compañía de uniformados de Policía Ambiental, acudieron al sitio y adelantaron las labores de rescate. La martucha o kinkaju, como también se conoce a la especie, fue trasladada hasta el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, CAV, ubicado en Floridablanca.
En este sitio, la kinkaju fue atendida por el médico veterinario del CAV, Juan Sebastián Mejía. El profesional narró que el animal llegó “sin pelo en muchas zonas, registraba inflamación y coloración roja. Luego de realizársele el examen físico, se determinó que no eran quemaduras, sino lesiones dermatológicas producidas por ácaros”.
Las lesiones eran tan graves que la piel del animal se inflamó, se tornó rígida, se partió y produjo sangrando en varias partes de su cuerpo. Además, la alergia era tan agresiva que en su afán de rascarse, el kinkaju se autolaceraba.
Con el diagnóstico claro, el veterinario arrancó un tratamiento para eliminar los parásitos. En el proceso se usaron medicamentos de alta generación como antibioticos y baños con champús especiales. Asimismo, se le estableció un programa alimentario especial para hacer frente a la desnutrición que registraba.
Tras cerca de 15 días en el CAV, el veterinario Mejía dijo que “la inflamación disminuyó y las heridas comenzaron a cicatrizar. Su evolución fue muy rápida. Al mes la cicatrización estaba muy avanzada y le comenzó a salir pelo. Al tercer mes se le hicieron pruebas de raspado de piel y ya no tenía presencia de ácaros”.
Pasados cinco meses desde el ingreso de esta especie al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la Cdmb, se adelantó un riguroso operativo para facilitar su liberación.
Integrantes del equipo de Fauna Silvestre de la corporación se desplazaron hasta la zona protegida de El Diviso, se internaron en zona boscosa y ubicaron la jaula del animal recuperado en un corredor en el que pudiera correr con facilidad.
Quienes fueron testigos de ese momento aseguraron que aunque se le animó a salir de su jaula, ella se rehusaba a hacerlo. “Desconfiada, espero unos segundos, miró, olfateó el ambiente y cuando se percató que estaba en el bosque emprendió una veloz carrera y se perdió entre la maleza, rumbo a la libertad”, contaron.
El veterinario del CAV enfatizó en que “la liberación fue emotiva, además por todo lo que representa. Los kinkaju son muy importantes para el medio ambiente porque son dispersores de semillas y ayudan a controlar plagas que son perjudiciales para la salud de los seres humanos”.
Más ejemplares liberados
Junto a la ‘martucha’, en la jornada de liberación también regresaron a la libertad 52 tortugas, seis de ellas de agua, una babilla, 22 boas constrictor juveniles, un águila negra o gavilán cangrejero, dos ardillas y una serpiente falsa mapaná.
De acuerdo con Daniela Fernández, estudiante de la Universidad Cooperativa de Colombia UCC, quien participó en la liberación de los ejemplares, hay otros casos exitosos como los de las ardillas devueltas a su ambiente natural. Estas “nacieron hace cuatro meses y llegaron por rescate al CAV con necesidades de cuidado y alimentación especial, porque presentaban desnutrición y mal estado físico. Luego del proceso de rehabilitación, fueron liberadas en buenas condiciones de salud”, indicó.
Por su parte, el director de la Cdmb, Juan Carlos Reyes, le recordó a la comunidad que la fauna silvestre no se trafica, no se domestica ni se comercializa. “Estos animales debemos dejarlos que continúen con su proceso natural, en su diario vivir en sus ecosistemas”, dijo el directivo.