Con una devastadora noticia terminó la intensa búsqueda de un menor de 14 años que desapareció el pasado 11 de abril del barrio Portal del Valle de Piedecuesta. Lo hallaron agonizando en la mitad de una vía, en el sector que conduce de La Lizama con Puerto Berrío.
Sus desconsolados familiares exigen que se aclare el deceso, se niegan a creer que haya sido un accidente de tránsito como lo han dado a conocer las autoridades; para ellos es un homicidio.
Extraña desaparición
El adolescente, quien se caracterizó por ser un buen hijo, juicioso y sobre todo muy hogareño, salió de su casa con una maleta, a las 8:00 de la noche con rumbo desconocido.
Nunca le comentó a nadie cuáles eran las intenciones de la ‘volada’ y el destino que tomaría. Desde entonces no volvieron a tener razón de él y comenzaron a buscarlo de forma desesperada. Temían que algo malo le pasara. Su madre presentía que se encontraba en peligro y todo parece indicar que así fue.
Revisaron cámaras de seguridad del sector, hicieron carteles con su foto e interpusieron la denuncia oficial en la Sijin. Su rostro dio vueltas por redes sociales y llegó hasta otras ciudades. Fue precisamente esa labor de divulgación la que permitió que los suyos conocieran el terrible hallazgo.
El menor no tenía documentos de identificación ni las pertenencias con las que había salido de su vivienda, de la calle 23B.
Estaba tirado en la carretera sin camisa, en el kilómetro 70 + 100 metros, sector La Roma, en la vía Río Ermitaño -La Lizama. Sus signos vitales eran débiles.
El reporte fue recibido por las autoridades de tránsito, quienes de inmediato lo trasladaron a un centro hospitalario de Puerto Berrío. Allí intentaron reanimarlo, pero un paro cardíaco fulminante acabó con sus sueños y su corta existencia.
“La llamada la recibió la mamá como a las 11:00 de la mañana, el lunes y nos mandaron fotos. Aunque estuviera mal herido, lo reconocimos. Era el niño. Fue un dolor muy grande, porque teníamos la esperanza de encontrarlo con vida. La mamá tuvo que viajar para realizar todos los trámites. Está destruida”, manifestó uno de sus allegados.
Se había señalado que el adolescente habría sufrido un accidente de tránsito, que quizá había sido arrollado, pero la familia es clara: no habría sido así, por la forma en que lo hallaron.
“Están tratando el caso como si fuera un siniestro vial y no fue así, porque tendría la camisa, estaría su bolso, pero no encontraron nada en el lugar. Estaba reventado, botaba sangre por la boca y ojos. A él lo torturaron”.
¿Por qué salió?
La salida del joven de su casa sin que nadie lo notara es todo un misterio. No habría hablado con nadie sobre sus planes. Quienes lo conocían se atreven a asegurar que lo pudieron engañar a través de las redes sociales. “Era un niño de la casa, no salía para nada, solo con su mamá. Todo el mundo lo admiraba por el juicio”.
Por las cámaras de seguridad vieron parte del recorrido el día que salió. Llegó hasta un punto, donde lo habrían recogido.
“Ya pedimos a la Policía las imágenes de las otras cámaras para ver todo lo que pasó, porque él no murió en un accidente de tránsito, como dicen. Eso es una mentira…”.
Amigo querido
Los compañeros de colegio Balbino García de Piedecuesta, donde el menor cursaba octavo grado, han pedido que sus honras fúnebres se realicen en la institución, cumpliendo con los protocolos de seguridad. Quieren darle el último adiós. Será recordado como un joven lleno de energía, carismático. “Era alguien que se ganaba el cariño de todos muy rápido”.
